Rolando Graña conmocionó a toda América TV y al periodismo nacional tras lo que destapó en vivo. Sucede que el presentador de «GPS» se refirió a las polémicas que enfrenta el Gobierno en las últimas semanas e hizo referencia a lo ocurrido en Bahía Blanca y la marcha de los jubilados en el Congreso de la Nación.
«Vino lo de Bahía Blanca que demostró que no se puede prescindir de la obra pública y de la asistencia. Nosotros le contamos que en el mismo momento que Bahía Blanca se inundaba habían despedido, la semana anterior, a todos los que entendían de emergencias en el ministerio de Desarrollo», expuso Rolando Graña a modo de introducción.
Además, el periodista de América TV remarcó: «Esta lógica del ajuste permanente deriva en algo autoritario». «Después de la marcha de los jubilados, el gobierno ha entrado en una etapa en la que termina justificando cualquier cosa. La señora a la que le parten la cabeza, era ‘patotera’. El fotógrafo era ‘militante'», dijo sobre el tema que generó revuelo a nivel nacional.
Por otro lado, Rolando Graña hizo algunos planteos pertinentes y dejó entrever su perspectiva crítica. «Los chicos detenidos, 14 y 16 años, los tuvieron tirados contra la reja de la Casa de Gobierno. ¿Es negocio para el gobierno que arregla con el Fondo Monetario presentarse como débil? A los jubilados los fueron gaseando sistemáticamente desde el año pasado»,sostuvo.
«Es un Gobierno que hizo todo lo que quiso a fuerza de DNU. No es un gobierno débil, a eso hay que tenerlo claro. Ya venían afectados por la inflación del gobierno anterior y ahora perdieron más del 20%. ¿Son golpistas porque quieren protestar? No pueden tolerar las diferencias. Después está el caso de Pablo Grillo, que el proyectil le pegó en la cabeza, le produjo una fractura cráneo y pérdida de la masa encefálica», comunicó luego.
Tajante análisis
«Lo de Pablo Grillo es similar a lo del maestro Fuentealba en una protesta en Neuquén», introdujo Rolando Graña sobre el periodista que pelea por su vida tras la marcha. «La policía se para detrás de un auto con una granada de gas lacrimógeno que atraviesa el vidrio y le pega en la nuca. A partir de ahí se prohibió que las armas lanzagranadas se utilizaran al cuerpo. El policía que mala a Fuentealba fue condenado a cinco años de prisión y los responsables máximos quedaron protegidos», explicó y finalizó.