Argentina atraviesa un nuevo revés judicial en Estados Unidos, esta vez con la ejecución de un embargo por US$ 209 millones . Este embargo se deriva de una deuda relacionada con bonos emitidos a principios de los 90 y defaulteados en 2001. La jueza Loretta Preska, a cargo del caso, avaló la ejecución de activos estatales tras la negativa de la Corte Suprema de EE.UU. a revisar el fallo del país.
En una declaración oficial, el fondo Attestor Master Value , parte del grupo que ha llevado adelante este proceso judicial, detalló que ha tomado posesión de los fondos embargados como parte del pago por la deuda impaga. Los activos embargados corresponden a fondos depositados en la Reserva Federal de Nueva York , que originalmente servían como garantía para los Bonos Brady , cuya deuda venció en 2023, pero cayó en default hace más de dos décadas.
?Attestor Master informa que tomó posesión de USD 209 millones pertenecientes al Estado argentino depositados en la Reserva Federal De Nueva York. Estos activos se derivan del colateral de los Bonos Brady que vencieron en 2023. Attestor es un acreedor que, junto a otros 7… pic.twitter.com/brPmzHE8UB
— Sebastian Maril (@SebastianMaril) March 18, 2025
Según Sebastián Maril, analista especializado en litigios contra el Estado argentino, la decisión de la jueza Preska fue inevitable. «La Corte Suprema de EE.UU. rechazó la apelación de Argentina, dejando al país sin opción de revertir el fallo», explicó Maril en su cuenta de X.
Argentina sigue sumida en un mar de litigios
Con este embargo, el fondo Attestor , que forma parte de un grupo de ocho fondos acreedores, ha reducido su deuda pendiente en US$ 209 millones . Sin embargo, aún queda un saldo de US$ 251 millones por cobrar en este mismo litigio. Esta acción se enmarca dentro de una serie de demandas contra Argentina por parte de bonistas que exigen el pago de deuda impaga.
El panorama parece complicado: el mes pasado, bonistas que demandaron a Argentina en Londres por el pago del cupón PBI consiguieron ejecutar una garantía de US$ 325 millones , lo que refleja la creciente presión sobre las finanzas del país. Estos fondos fueron depositados como colateral por el país en su intento fallido de apelar el fallo en su contra.
En otro aspecto del caso, el fondo Bainbridge Fund , otro de los acreedores que busca cobrar la deuda argentina, intentó sumarse al embargo de los Bonos Brady, pero la jueza Preska rechazó su solicitud para congelar todos los fondos. En cambio, solo permitió que avanzara sobre US$ 100 millones .
Consecuencias para la economía argentina
Este golpe judicial supone un nuevo desafío para el gobierno de Javier Milei , que sigue intentando resolver la compleja situación de su deuda externa . Con cada fallo desfavorable, la posibilidad de conseguir financiamiento en los mercados internacionales se complica aún más. Además, la capacidad del país para negociar acuerdos con los acreedores sigue siendo limitada, mientras la deuda externa continúa creciendo.
La resolución de este conflicto judicial es incierta, pero la experiencia de Argentina con estos litigios demuestra lo difícil que será salir de este ciclo de demandas. «Lo que se está viviendo es una presión constante de los acreedores internacionales sobre las finanzas argentinas», comentó Maril, destacando la tensión que se vive en los tribunales internacionales.
El futuro de la deuda argentina sigue siendo una de las grandes incógnitas. Mientras tanto, el país deberá enfrentarse a las consecuencias económicas y sociales de este nuevo revés judicial.