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ECONOMÍA

Luis Caputo reconoció que no está definido el futuro del esquema cambiario luego de alcanzar el acuerdo con el FMI

A diferencia de otras ocasiones, el BCRA intervino de manera limitada en la contención del dólar en los últimos días.

Luis Caputo

La volatilidad cambiaria sigue en aumento y, en los últimos días, los mercados reflejaron una creciente incertidumbre respecto al futuro del tipo de cambio en Argentina. En este contexto, el ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció que aún no está definido cómo evolucionará el esquema cambiario una vez que el país alcance un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En una jornada marcada por fuertes movimientos financieros, el dólar MEP registró una suba del 3,9% y el contado con liquidación avanzó un 3,5%, llevando la brecha cambiaria a casi el 20%. Si bien este diferencial no es crítico en términos históricos, su rápido crecimiento genera preocupación en los mercados. En pocos días, los dólares financieros pasaron de cotizar cerca de $1.220 a superar los $1.300.

El Banco Central (BCRA), a diferencia de otras ocasiones, intervino de manera limitada en la contención del dólar, lo que sumó incertidumbre sobre la política cambiaria a futuro. A esto se sumaron caídas de hasta el 6,5% en acciones argentinas en Wall Street y un aumento del riesgo país a 784 puntos básicos, alcanzando su nivel más alto del año.

Dudas sobre el futuro cambiario y el rol del FMI

Las declaraciones de Caputo sobre el esquema cambiario no lograron calmar a los mercados. Al contrario, sus dichos encendieron especulaciones luego de que admitiera que aún no hay definiciones claras respecto a qué sucederá con el tipo de cambio oficial en caso de firmarse un nuevo acuerdo con el FMI. También reconoció que el organismo aún no ha precisado el monto del financiamiento que otorgaría al país.

El exviceministro de Economía, Carlos Rodríguez, advirtió que lo que está ocurriendo en los mercados no es una corrida cambiaria, sino una corrección de los inversores más sofisticados. Rodríguez recomendó al Gobierno liberar el tipo de cambio para evitar una devaluación más abrupta en el futuro.

La decisión del Ejecutivo de reducir el ritmo de devaluación mensual del 2% al 1% con el objetivo de desacelerar la inflación también es puesta en duda por los mercados. A pesar de esta medida, el índice de inflación de febrero mostró un repunte del 2,4% y se espera que la tendencia se mantenga en marzo, lo que podría comprometer la competitividad del peso y aumentar la presión sobre el dólar.

Mercado de futuros y señales de alerta

El creciente escepticismo sobre la estabilidad del esquema cambiario también quedó reflejado en el mercado de futuros. Ayer, el dólar a fin de marzo cerró en $1.120, cuando al ritmo de ajuste actual debería ubicarse en $1.070. Esta brecha refleja la percepción de los inversores de que el Banco Central no podrá sostener el crawling peg del 1% por mucho tiempo más.

Para fin de año, la cotización del dólar futuro escaló hasta $1.390, lo que implicaría un ajuste del 30%, muy por encima del ritmo de devaluación mensual actual. Estas cifras muestran que el mercado anticipa una flexibilización del tipo de cambio como parte de las condiciones que el FMI podría exigir en el nuevo programa con Argentina.

Expectativas de los mercados y reservas del Banco Central

El Banco Central enfrenta un delicado equilibrio. En los últimos días, las ventas de reservas han aumentado considerablemente debido a la combinación de exportadores que retienen liquidaciones a la espera de una corrección cambiaria y empresas que aceleran sus importaciones aprovechando el dólar oficial.

En las últimas jornadas, el BCRA vendió USD 474 millones el viernes, USD 56 millones el lunes y USD 215 millones ayer. Este desbalance genera presión sobre las reservas y podría obligar al Gobierno a tomar medidas para evitar un deterioro mayor en la posición cambiaria.