Un momento realmente fuerte se vivió en Severos Verdaderos, el programa que Luis Ventura lleva adelante a través de la pantalla de América TV
Allí, se encargaron de recordar a Antonio Gasalla a días de su muerte. Quien se mostró llorando y muy angustiada fue María Eugenia Ritó, quien supo ser una de sus vedettes.
“Es un momento muy especial. Antonio es un emblema. Lo es y lo va a seguir siendo. Me reía porque se me vienen muchos recuerdos», comenzó diciendo la rubia invitada en el programa del mundo del espectáculo donde se homenajeó al artista que supo marcar un antes y un después en el ambiente artístico.
«Me acuerdo cuando me vi con él, cuando me llamó para su revista, creo que no me dijo ni ‘hola’. Me mostró una foto y me dijo ‘vas a hacer este cuadro’. Había una mina desnuda en un aro. Le dije que yo en ‘chuchi’ no me iba a quedar. En lolas era normal, en cola también, pero él insistió diciéndome ‘vas a hacer esto’”, aseveró.
«Era un cuadro que muchísimos años antes había hecho Reina Reech. Me pidió que me desnude y yo estaba impecable de cuerpo. Igual me dijo ‘estas gorda, tenés que adelgazar’. Me dijo ‘si querés ser una número uno pensá como una número uno, sino dedicate a ser cajera de supermercado’. Tenía esas cosas que eran maneras fuertes. Me obligó a tomar clases de clásico. ‘No sabés caminar’, me dijo. Yo sabía caminar en un escenario, tomaba clases, pero él tenía esa exigencia. Por eso yo creo que él me hizo. Fue mi mentor. Me obligó hasta tomar clases de teatro», sostuvo María Eugenia Ritó.
Delante de cada uno de los televidentes decidió ir por más. «Me hizo bajar de peso hasta que quedé, prácticamente, raquítica. Estaba muy flaca, toda marcada. Siempre fui más robusta, pero no en peso sino en musculatura. Terminé ahí, tallada. No quiso que yo use extensiones. Ensayamos en el Teatro Lola Membrives, que es la meca del teatro poder trabajar ahí”, arremetió en el programa de Luis Ventura.
«Primero, que Dios te tenga en su Gloria. Qué descanses. Gracias por enseñarme tanto, por darme parte de lo que vos sabés. Lo que vos sabías, no importa la manera en que me lo transmitías. Yo las entendí para bien», apuntó. Y habló directamente a la cámara. «Me enseñaste a ser una número uno, como vos me hiciste ser, y después de vos mi carrera se fue para arriba. Creció y fui la número uno. Bajando la escalera, que nadie sabía hacerlo, la rompí. En un momento llegué a ser lo que fue Nélida Lobato. De ahí en más no paré de crecer. Gracias por enseñarme. Todo lo que vos me decías, tenías razón. Hoy estoy acá para volver. Ya volví, aunque faltan mejorar muchas cosas. Gracias, Antonio. Te amo», sentenció entre lágrimas tras escuchar un tape donde Gasalla hablaba de ella.
