La Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento de la Cámara de Diputados, presidida por la macrista Silvia Lospennato, dio inicio a un debate sobre varias propuestas para regular el uso de las cuestiones de privilegio y optimizar el tiempo en las sesiones. Este recurso permite a los legisladores expresar agravios o defender sus fueros parlamentarios, pero ha sido utilizado en ocasiones como una herramienta política para colocar temas en la agenda pública.
En los últimos años, el abuso de las cuestiones de privilegio ha retrasado el tratamiento de proyectos importantes, ya que consume una parte significativa del tiempo de las sesiones. Este hecho ha llevado a varios diputados, especialmente del PRO, a presentar iniciativas para reducir el impacto de estas intervenciones y mejorar la organización de las sesiones.
Lospennato propuso dos proyectos clave: uno que limita el tiempo destinado a las cuestiones de privilegio en función del tamaño de cada bancada. Los bloques con más de 20 diputados tendrían 20 minutos, mientras que los de entre 10 y 20 miembros contarían con 15 minutos. Las bancadas más pequeñas, con menos de 10 representantes, dispondrían de 10 o 5 minutos, dependiendo de su tamaño.
La segunda propuesta de Lospennato busca establecer un horario fijo para las sesiones, entre las 11 y las 14 horas, con una duración máxima de 9 horas. Si la sesión no se completa, se reanudaría al día siguiente a las 11 horas, sin necesidad de reunir quórum nuevamente.
Propuestas y críticas de los legisladores
Otras voces, como la de Alejandro Bongiovanni (PRO), sugieren mover las cuestiones de privilegio al final de las sesiones, para evitar que desvíen el enfoque de los temas principales. Sin embargo, no todos comparten este enfoque. La diputada Paula Penacca, de Unión por la Patria, expresó su desacuerdo, argumentando que limitar este derecho va en contra de la democracia y que podría ser un intento de silenciar a la oposición.
Hoy vamos a empezar a tratar algunos proyectos (uno mío) que buscan reformar las "cuestiones de privilegio", institución totalmente desvirtuada por el abuso. Una sesión del Congreso no debería ser un lugar para hablar de cualquier cosa sino para discutir en derredor a la sanción… https://t.co/1uWOuzeqX4
— Alejandro Bongiovanni (@alejobongio) March 26, 2025
Por su parte, Karina Banfi (UCR) destacó la necesidad de acabar con los «debates maniqueos» y de organizar las sesiones de forma coherente, sin importar quién esté en el gobierno o en la oposición. Mientras tanto, desde la izquierda, Christian Castillo (Frente de Izquierda) criticó las propuestas, defendiendo el derecho de los bloques minoritarios a hacer uso de las cuestiones de privilegio.
Transparencia en los intereses privados de los diputados
El debate también tocó el tema de la transparencia en los intereses privados de los legisladores. La diputada Victoria Borrego, de la Coalición Cívica, presentó un proyecto que obliga a los diputados a declarar los posibles conflictos de interés antes de cada sesión. Aunque la propuesta fue bien recibida, algunos la consideraron insuficiente, ya que no define claramente qué constituye un conflicto de interés.
Este debate, que recién comienza, podría transformar el funcionamiento del Congreso, afectando tanto la dinámica de las sesiones como la relación entre oficialismo y oposición.