No hay dudas de que Santiago del Moro es una de las figuras más emblemáticas del mundo del espectáculo, y es que en los últimos años ha logrado consolidarse como uno de los conductores más importantes de la televisión argentina. Después de años de trabajo, logró convertirse en un de los personajes más solicitados por la gente.
Pero aunque es sumamente dedicado a su trabajo, Santiago del Moro prefiere no hablar de su vida privada. Es por esto que sorprendió cuando en su programa de radio, El club del Moro, se animó a hablar a fondo de los problemas que se presentan en la convivencia con su esposa, María José Sánchez, con quien comparte a sus tres hijas, Catalina, Amanda y Santa.
Todo surgió a partir de un tema que se presentó en la radio, cuáles son los ítems que, según los especialistas, ayudan a que una pareja perdure en el tiempo. Sincero como nunca antes, Santiago del Moro señaló: “Tienen que tener diálogo, proyectos en común. Que feo cuando están todo el tiempo con el celular, nada para hablar y después te vas a dormir uno para cada lado”.
“A mi me rompe las pelotas discutir por pelotudeces. Como por un repasador”, apuntó Santiago del Moro, aunque enseguida Maju Lozano lo cruzó: “Por ahí para vos no es importante”. “¿Un repasador? ¿Un pedacito de tela?”, apuntó el conductor de Gran Hermano, a lo que su compañera respondió: «No digo llegar a una discusión pero sí ver lo que para el otro es importante. Andamos con tantas cosas, que el laburo, yendo y viniendo, que por ahí para el otro es importante algo que para nosotros es una pelotudez”.
“En pareja se escupe para arriba pero problemas graves son otros. Muchas veces tensamos las relaciones con pelotudeces. Y hay que darle trascendencia a lo importante. Yo no discuto. No discuto. Cada vez le huyo más a la discusión. Hablo de discutir y la pelea fuerte. No construye nada. Sí lo que a uno le pasa”, cerró Santiago del Moro.
La rutina de Santiago del Moro
Santiago del Moro se encuentra siempre ocupado, y en El club del Moro reveló cuál es su rutina para lograr un buen descanso: Yo duermo 5 horas de noche y 1 hora y media de siesta. Hago todo el ritual antes de dormir la siesta, bajo la persiana si tengo. Me acuesto bien. Después no es que tengo más ganas de seguir durmiendo más cansado. Media hora, como aconsejan, no me alcanza”.
“Y el fin de semana si puedo dormir vuelvo a tener 14 años, soy un adolescente, porque puedo dormir hasta las 3 de la tarde. Si no hay quilombo en mi casa, no hay nada, yo te duermo como un chico de 13. En el horario que me duermo la hora y media pongo el despertador por las dudas pero me levanto solo generalmente. A mí me encantaría poderme dormir a las 10 de la noche pero me duermo 12, 12:30“, agregó.
