En un gesto de respaldo político y financiero, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, arribará a la Argentina el próximo lunes para mantener reuniones clave con el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo. El viaje, según confirmaron fuentes oficiales y diplomáticas, podría marcar un hito: la posibilidad de que el Tesoro norteamericano otorgue una línea de crédito directa a la Argentina, complementaria al acuerdo que el Gobierno firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El objetivo de la visita es claro: robustecer las reservas del Banco Central en un contexto de fragilidad heredado y enviar una señal contundente de respaldo al programa económico libertario. Bessent busca impulsar un paquete financiero más amplio, que incluya no solo el primer desembolso del FMI sino también fondos adicionales de organismos como el Banco Mundial, el BID y la CAF. En total, el Gobierno aspira a alcanzar reservas brutas por USD 50.000 millones, duplicando los niveles actuales.
Un respaldo inédito de Washington
Desde el Departamento del Tesoro, el propio Bessent expresó públicamente el alineamiento estratégico con la gestión de Milei. «Gracias al liderazgo decidido del presidente Javier Milei, la relación entre los Estados Unidos y la Argentina es más fuerte que nunca», afirmó en un comunicado. Además, remarcó que el viaje apunta a «conversaciones positivas» sobre la economía argentina y mecanismos para profundizar la relación bilateral.
La visita coincide con un momento clave: el directorio del FMI aprobará este viernes el nuevo programa con la Argentina, estructurado bajo el formato Extended Fund Facility (EFF), por un monto total de USD 20.000 millones. Parte de ese dinero servirá para la recompra de Letras Intransferibles del Tesoro, lo que permitirá al Banco Central sumar reservas líquidas y mejorar su balance.
El esquema acordado con el Fondo tendrá cuatro años de duración, con revisiones trimestrales y un período de gracia de 4 años y medio antes del inicio de los pagos. El Gobierno negoció condiciones más flexibles que las que caracterizaron al desastroso acuerdo firmado durante la gestión de Alberto Fernández y Martín Guzmán, que dejó al país al borde del default con una economía diezmada y sin reservas.
El antecedente mexicano
En los despachos oficiales circula un antecedente que genera expectativas. En 1995, durante la llamada “crisis del tequila”, el Tesoro de Estados Unidos otorgó un paquete de USD 20.000 millones a México a través del Fondo de Estabilización Cambiaria. A cambio, el país vecino comprometió los ingresos por exportaciones petroleras como garantía, logró estabilizar su economía y devolvió el préstamo tres años antes de lo previsto.
En este caso, una línea de crédito similar podría ayudar a acelerar el proceso de recomposición de reservas netas, que aún se encuentran en terreno negativo. De hecho, según estimaciones privadas, actualmente se ubican en torno a los USD 12.000 millones negativos.
Coordinación internacional y objetivos concretos
La presencia de Bessent buscará también alinear a la comunidad internacional detrás del programa argentino. En los encuentros previstos con funcionarios y empresarios, el secretario del Tesoro hará foco en tres prioridades: consolidar la estabilidad fiscal, atraer inversiones y reforzar la cooperación bilateral. El viaje incluirá reuniones con referentes del sector privado que ya comenzaron a evaluar nuevas oportunidades de inversión en energía, infraestructura y minería.
Desde el Palacio de Hacienda, si bien evitaron hacer declaraciones públicas, confían en que el respaldo estadounidense ayude a mejorar la confianza de los mercados. La expectativa es que los fondos frescos provenientes del FMI, junto a los aportes de organismos multilaterales y del Tesoro de EE.UU., permitan sostener la estabilidad financiera de cara al segundo semestre, en un escenario complejo por la volatilidad global y la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
Una estrategia con eje en las reservas
El ministro Caputo explicó días atrás que el Gobierno solicitó al Fondo un desembolso inicial por encima del 40% del total del programa, es decir, al menos USD 8.000 millones. Incluso, algunas versiones indican que el monto podría llegar a los USD 12.000 o incluso USD 15.000 millones, si se logra cerrar el paquete completo con el respaldo de Washington.
El nuevo programa prevé también la salida gradual del cepo cambiario, el desmonte del dólar blend y una transición hacia un esquema de flotación administrada, coordinado con el FMI. La hoja de ruta apunta a garantizar estabilidad cambiaria y previsibilidad monetaria, mientras se refuerza el balance del Banco Central y se reducen los pasivos remunerados.
El respaldo político y financiero de Estados Unidos consolida así el liderazgo regional de Milei y pone de relieve un hecho central: tras décadas de populismo, déficit y aislamiento, la Argentina vuelve a ser un socio confiable para el mundo.