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POLÍTICA

El oficialismo reflota el debate en la Cámara de Diputados por la cuota solidaria sindical y recrudece la tensión con la CGT

La Casa Rosada apuesta a una reforma laboral que elimina el aporte compulsivo a los gremios. Mientras tanto, el sindicalismo vuelve a las calles.

Cuota

En medio de una jornada marcada por una multitudinaria movilización de la CGT al Congreso, la Cámara de Diputados dio el puntapié inicial a un debate que promete escalar: el fin de la cuota solidaria sindical. Con una docena de proyectos en danza —impulsados por el PRO, la UCR y La Libertad Avanza— la Comisión de Legislación Laboral comenzó a discutir propuestas que apuntan a modificar el corazón financiero de los gremios.

La reunión, encabezada por el radical Martín Tetaz, no estuvo exenta de tensiones. Un fuerte operativo de seguridad en los alrededores del Congreso generó denuncias de restricciones para ingresar al edificio. La diputada libertaria Marcela Pagano fue más allá y acusó al presidente de la Cámara, Martín Menem, de bloquear el acceso de los invitados. Así arrancó una audiencia que, aunque fue de carácter informativo, expuso el clima caldeado que rodea a la discusión.

El corazón de la reforma: eliminar el aporte solidario

Aunque los proyectos no se debatieron aún en profundidad, todos comparten un eje común: modificar el artículo 9 de la Ley 14.250 y el artículo 37 de la Ley 23.551, que regulan la polémica “cuota solidaria”, ese descuento automático al salario de los trabajadores no afiliados para financiar actividades sindicales.

Uno de los proyectos más relevantes es el de la diputada libertaria Romina Díaz, alineada con Karina Milei. Bajo el título «Promoción de Inversiones y Empleo», la iniciativa propone una desregulación amplia del mercado laboral: flexibilización de las modalidades de contratación, eliminación de la cuota solidaria y creación de un banco de horas. Es, en los hechos, un nuevo intento del oficialismo por reinstalar las reformas incluidas en el Decreto 70/2023, que hoy están judicialmente suspendidas.

Los bloques aliados se alinean con la Casa Rosada

La avanzada contra el financiamiento sindical encuentra respaldo en los bloques del PRO y la UCR, que ven en estas reformas una oportunidad para «modernizar» las relaciones laborales y atraer inversiones. El oficialismo apunta, además, a instalar un debate de fondo: el recorte de poder a los gremios tradicionales.

El contexto no es casual. A fines de febrero, el Gobierno publicó el Decreto 149, que eliminó los aportes obligatorios de las empresas a las cámaras patronales. Aunque esa medida no afecta directamente a los gremios, en el mundo sindical interpretan la señal como un anticipo de lo que vendrá.

La CGT responde con movilizaciones y acusa un “vaciamiento sindical”

Del otro lado del ring, los diputados de Unión por la Patria y los espacios de izquierda rechazan de plano las propuestas. Alegan que detrás del discurso modernizador se esconde un intento por debilitar la negociación colectiva, recortar los fondos de las obras sociales y minar la capacidad de acción de los sindicatos.

La movilización de la CGT frente al Congreso —que, en la superficie, tenía como eje la defensa de los jubilados— dejó en claro que el sindicalismo no piensa ceder sin pelea. El acto fue una advertencia directa a la Casa Rosada y un mensaje interno para ordenar filas en medio de la avanzada legislativa del oficialismo.

Próxima cita: martes 15 de abril

El debate continuará el martes 15 de abril a las 11, cuando se espera una nueva ronda de expositores ante la comisión. El oficialismo busca acelerar el tratamiento y convertir la eliminación del aporte solidario en bandera política. La CGT, mientras tanto, se prepara para una nueva etapa de conflicto.