Argentina se despegó del documento final de la CELAC y aseguró que la Declaración de Tegucigalpa “carece de validez”. El texto logró el respaldo de 31 países, aunque Argentina y Paraguay lo rechazaron. Para la Cancillería, no existía consenso pleno , una condición necesaria para aprobar resoluciones dentro del bloque.
La cumbre se desarrolló en Honduras, bajo la presidencia pro tempore de Xiomara Castro . A pesar del rechazo de dos países, la mandataria afirmó: “Hay suficiente consenso. Queda aprobado”. Esa frase generó una fuerte reacción en las delegaciones de Argentina y Paraguay, que insistieron en que el concepto de “consenso suficiente” no figura en las normas de la CELAC.
Rechazo argentino a los métodos y a la presencia de regímenes autoritarios
A través de un comunicado, la Cancillería criticó el procedimiento que utilizó la presidencia del foro y denunció una “ violación de los procedimientos ”. Según explica el texto oficial, Honduras buscó imponer el documento sin respaldo jurídico, al invocar una figura que no existe dentro del reglamento.
Además, el Gobierno expresó su preocupación por la creciente influencia de regímenes autoritarios y no democráticos en el foro. Para la Cancillería, esos países desvían el rumbo de la CELAC y deben quedar fuera del espacio hasta que respeten los derechos humanos y las instituciones democráticas.
El documento aprobado incluyó una serie de compromisos con la democracia, la cooperación regional y la integración. También incorporó críticas implícitas a las políticas migratorias y comerciales de Estados Unidos , lo que tampoco generó acuerdo por parte de Argentina.
Milei se ausentó de la cumbre y reforzó el vínculo con Paraguay
Ni Javier Milei ni su par paraguayo, Santiago Peña , viajaron a Honduras. Ambos mandatarios decidieron enviar delegaciones diplomáticas en su lugar. Un día antes, se reunieron en Asunción, donde conversaron sobre los temas del bloque y definieron una postura común.
“La Argentina reafirma su compromiso con los principios democráticos, el respeto a los derechos humanos y el fortalecimiento de la integración regional , basada en normas claras, consensos plenos y respeto mutuo”, concluyó el comunicado. Por eso, el Gobierno dejó en claro que no reconoce la Declaración de Tegucigalpa como un documento oficial.