A un mes de las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires, los sondeos anticipan una disputa abierta como pocas veces se ha visto en el distrito. Con 17 listas confirmadas para competir por 30 bancas en la Legislatura, las proyecciones muestran un liderazgo consolidado para Leandro Santoro y una fuerte paridad entre tres candidatos en el segundo lugar.
De acuerdo con un análisis realizado sobre nueve encuestas recientes —entre ellas CB, Aresco, Synopsis, Circuitos, Tendencias y Federico González— el candidato de Unión por la Patria se posiciona primero con un promedio de 26% de intención de voto. Su techo estaría en 29 puntos y su piso en 23, números similares a los que ha obtenido en elecciones anteriores, pero que ahora podrían alcanzarle para imponerse, en virtud de la extrema dispersión del voto.
La estrategia de Santoro incluye un sutil alejamiento del kirchnerismo tradicional mediante el uso del sello «Es Ahora Buenos Aires». Esa maniobra busca captar el voto progresista sin quedar atado al rechazo que genera el nombre de Cristina Kirchner en ciertos sectores porteños.
Lospennato y Adorni disputan el centro-derecha
Detrás del exkirchnersita aparece una feroz disputa por el segundo puesto entre Silvia Lospennato, del PRO, y Manuel Adorni, vocero presidencial y referente libertario. Lospennato promedia un 18% de intención de voto, aunque con una dispersión significativa: algunas mediciones la ubican cerca del 24%, mientras otras no le otorgan ni la mitad de ese caudal.

Adorni, en tanto, alcanza un 17% de promedio. Su figura genera opiniones divididas: su cercanía con Javier Milei le garantiza un núcleo duro de apoyo, pero también despierta resistencias. En ciertos estudios supera los 22 puntos, mientras que en otros queda apenas por encima del 10%.
Ambos apuestan a captar el voto de la centroderecha, fragmentado entre el oficialismo nacional y el electorado histórico del PRO. El desempeño de cada uno dependerá de su capacidad para imponer su marca y de cómo incidan los outsiders que se presentan por afuera de sus espacios.
Larreta y Marra: rupturas y riesgos
Un escalón más abajo, y lejos de sus antiguas estructuras partidarias, aparecen dos nombres que podrían alterar el tablero si logran capitalizar el voto desencantado: Horacio Rodríguez Larreta y Ramiro Marra. El primero, con su flamante Movimiento al Desarrollo, promedia 8,5%; el segundo, apadrinado por la Ucedé, ronda el 8,7%.

Ambos sufren el desgaste por sus fracturas políticas. Larreta quedó marginado del PRO tras las internas de 2023 y Marra fue desplazado de La Libertad Avanza, pese a ser uno de sus dirigentes más reconocidos en la Ciudad. Ahora compiten desde afuera, con estructuras más débiles, pero con cierta visibilidad que podría beneficiarlos si los votantes buscan una alternativa intermedia.
Los analistas advierten que si la polarización se acentúa en las últimas semanas, tanto Larreta como Marra podrían sufrir una sangría de votos hacia Lospennato y Adorni, quienes aparecen como opciones más competitivas para sectores similares del electorado.
La pelea por el piso del 3%
Por debajo del 10%, y con aspiraciones más modestas, se agrupan otras 12 listas que luchan por superar el umbral mínimo para acceder a la Legislatura. Entre ellas, algunas fuerzas históricas como la izquierda o la Coalición Cívica, y otras expresiones más recientes o alternativas.
El Frente de Izquierda, con Vanina Biasi, promedia un 3,9% y se perfila como el mejor posicionado entre los más chicos. Le sigue Alejandro Kim, el peronista alineado con Guillermo Moreno, con 3,4%. Lucille Levy (Evolución-UCR) alcanza el 3%, mientras que Paula Olivetto (CC) se queda en 2,7%.
El resto de las propuestas incluye desde sindicalistas hasta personalidades del espectáculo, como Ricardo Caruso Lombardi (MID), además de listas nacionalistas, libertarias y de izquierda radical. El promedio de ese grupo ronda el 2,8%, mientras que los indecisos suman un 6% según el informe de Clarín.
Una elección con impacto nacional
El 18 de mayo se renovarán 30 bancas en la Legislatura porteña, pero el impacto de esta elección trasciende lo local. El PRO y La Libertad Avanza se juegan mucho en esta contienda: ambos necesitan mostrar fuerza en su principal bastión electoral, especialmente de cara a posibles acuerdos para 2025 y la disputa por la jefatura de Gobierno en 2027.
Mientras tanto, Unión por la Patria busca una victoria inesperada, capitalizando la fragmentación del voto opositor y una estrategia que combina continuidad y diferenciación. Todo indica que la campaña se intensificará en las próximas semanas y que los próximos sondeos podrían empezar a definir tendencias más claras.