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«No sufrió»: el Vaticano reveló cómo fueron las últimas horas del Papa Francisco

A las 5:30 de la madrugada (hora Roma) del lunes comenzó a sentirse mal. El equipo médico que lo acompañaba actuó de inmediato.

Papa Francisco

El Vaticano reveló detalles íntimos de las últimas horas de vida del Papa Francisco, fallecido este lunes a las 7:35 de la mañana en su residencia de Santa Marta. Según informó el medio oficial Vatican News, el pontífice argentino no sufrió y murió de forma «discreta, casi repentina», tras pasar un Domingo de Pascua en el que pudo despedirse simbólicamente del pueblo reunido en la Plaza San Pedro.

Horas antes de su muerte, el Papa había agradecido a su enfermero personal, Massimiliano Strappetti, por haberlo alentado a realizar un último recorrido en el papamóvil. «Gracias por traerme de vuelta a la plaza», le dijo Francisco, después de su bendición urbi et orbi desde el balcón de la basílica.

A bordo del vehículo papal, recorrió por unos quince minutos la plaza repleta de fieles que celebraban la Resurrección. Sonreía, bendecía niños y extendía sus manos a los peregrinos. «¿Cree que podré hacerlo?», le había preguntado antes a Strappetti, quien lo animó a salir una vez más al encuentro de su pueblo.

Según Vatican News, ese mismo domingo por la tarde el Papa descansó en su departamento de la Casa Santa Marta y luego cenó con tranquilidad. No hubo señales de alarma. Pero a las 5:30 de la madrugada del lunes comenzó a sentirse mal. El equipo médico que lo acompañaba actuó de inmediato.

El momento previo al deceso del Papa Francisco

«Más de una hora después, tras saludar a Strappetti, tumbado en su cama, el Pontífice entró en coma», relata el parte difundido por el medio vaticano. Y agrega: «No sufrió, todo sucedió rápidamente, dicen quienes estuvieron a su lado en esos últimos momentos».

Desde el entorno papal describieron el desenlace como una «muerte discreta», sin sufrimiento, ni largas agonías. Coherente con el estilo que marcó su papado: sencillo, alejado de todo exhibicionismo, incluso cuando se trataba de su salud, que mantuvo con estricta reserva hasta el final.

A los 88 años, Francisco partió en paz, tras haberse despedido simbólicamente del mundo en uno de los días más significativos del calendario cristiano. Queda como recuerdo su última sonrisa en la Plaza San Pedro, entre los fieles, al lado del pueblo.