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POLÍTICA

Tensión y represión en la marcha de jubilados frente al Congreso: la Policía de Patricia Bullrich activó el protocolo antipiquetes

Algunos manifestantes intentaron correr las vallas y avanzar sobre la calzada, pero la policía respondió con gas pimienta y detuvo a varios.

jubilados

La protesta de jubilados de este miércoles frente al Congreso terminó en incidentes cuando la Policía Federal Argentina (PFA) desplegó el protocolo antipiquetes para evitar el corte total de la avenida Rivadavia. La tensión escaló rápidamente con forcejeos, insultos y el uso de gas pimienta por parte de los efectivos.

Los jubilados, acompañados por organizaciones sociales y sindicatos como la UTEP, el Movimiento Evita y Barrios de Pie, se habían concentrado en la Plaza del Congreso desde las 15. El objetivo era marchar hasta Plaza de Mayo, pero la movilización se frenó a la altura del anexo de Diputados, donde los agentes de la PFA formaron un cordón para impedir el avance sobre la avenida.

Algunos manifestantes intentaron correr las vallas y avanzar sobre la calzada, lo que desató empujones y desorden. La policía respondió con gas pimienta y retuvo a varios de los activistas sobre la vereda. En medio del caos, un hombre fue inmovilizado entre las vallas y las paredes del Parlamento y terminó detenido. Llevaba puesta una camiseta de Chacarita debajo de otra prenda de color naranja.

Según fuentes policiales, también fue detenida una mujer acusada de agredir a un efectivo. Las detenciones se produjeron mientras las agrupaciones sociales intentaban mantener el reclamo pacífico. Aunque hubo tensión con organizaciones como UTEP y Patria Grande, los grupos de izquierda no estuvieron involucrados en los incidentes.

La pelea entre la policía y los manifestantes por ocupar la avenida Rivadavia

A las 16.20, con parte de los manifestantes ya movilizándose hacia Plaza de Mayo, la PFA logró liberar dos carriles de la avenida Rivadavia. Sin embargo, otro grupo se mantuvo sobre la vereda del Congreso y en las esquinas aledañas, bajo estricta vigilancia policial.

El despliegue del protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich en una manifestación de jubilados volvió a encender el debate sobre el uso de la fuerza en protestas sociales. Aunque la situación se calmó parcialmente, el accionar policial dejó escenas de alta tensión que reavivan las críticas por la criminalización de la protesta.

La movilización de este miércoles se suma a una serie de reclamos por la situación de los haberes jubilatorios, el ajuste en la seguridad social y el deterioro del poder adquisitivo. Aunque la marcha pudo continuar hacia Plaza de Mayo, el saldo fue amargo: represión, detenciones y más distancia entre el Gobierno y los sectores más vulnerables.