En medio del duelo mundial por la muerte del papa Francisco, una figura cercana al pontífice encendió la polémica en Argentina. Se trata de Sor Lucía Caram, monja dominica radicada en España y amiga personal de Jorge Bergoglio, quien aseguró en declaraciones a LN+ que el Papa nunca fue cercano al kirchnerismo y que incluso le confesó su incomodidad ante el uso político de su figura por parte de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“El Papa no era kirchnerista, me lo dijo él mismo. Cuando estuve con él a los pocos días de publicar un TikTok donde llamaba ladrona a Cristina Kirchner, me dijo que se lo habían mostrado. Me recordó que en Argentina lo tildaban de líder de la oposición y que el marido de Cristina decía que ‘debajo de su sotana estaba el diablo’”, reveló la religiosa, con tono firme.
Según Caram, el propio Francisco le describió con ironía una anécdota posterior a su elección como Papa: “Me dijo que el día que lo eligieron, Cristina estaba dando una conferencia y dijo que habían elegido a un Papa latinoamericano, como si no supiera quién era”.
“No quería que lo usaran”: los motivos detrás de su no visita a la Argentina
La monja, que mantiene un vínculo fluido con Bergoglio desde sus tiempos como arzobispo de Buenos Aires, también explicó las razones por las que el Papa nunca pisó suelo argentino durante su pontificado: “No fue a la Argentina porque no quería que nadie lo utilizara. Francisco podía ser muy duro al condenar, pero cuando había personas que podían presentarse como víctimas de sus palabras, prefería callar antes que ser injusto”.
En ese sentido, sostuvo que la postura diplomática de Francisco fue una constante en su pontificado, incluso en escenarios internacionales complejos: “No podía dinamitar los puentes ni decir lo que pensaba de Putin, porque estaba mediando. Si asumía una postura frontal, eso podía perjudicar a mucha gente”, reflexionó Caram.
Un mate, un gesto y una distancia difícil de disimular
La monja también relató un episodio que, según ella, ilustra la frialdad del vínculo entre el Papa y Cristina Kirchner: “Cuando fue al Vaticano, Cristina quiso acordar cierta distancia protocolar, y hasta le explicó cómo tomar mate… ¡a Francisco!, que tomó mate toda su vida”.
Más allá de las declaraciones, lo que Sor Lucía Caram dejó entrever es que, puertas adentro, el Papa tenía una mirada crítica y distante del poder político argentino, especialmente del kirchnerismo, aunque muchas veces eligió el silencio estratégico como forma de proteger el delicado rol que ocupaba en la escena internacional.