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«Todo lo que hacía Messi, él lo hacía mejor»: Steven Gerrard avivó el debate y eligió al jugador más talentoso

El legendario mediocampista inglés no dudó en elegir al que consideró el mejor del mundo.

Gerrard
Fuente: Instagram del Liverpool

A veces, el talento por sí solo no basta. En el fútbol inglés hay una figura que, por momentos, pareció destinada a tocar la cima del mundo. Joe Cole, dueño de una técnica exquisita y autor de uno de los goles más recordados en los Mundiales, fue en su mejor momento el tipo de jugador que hacía soñar a una nación. Campeón tres veces de la Premier League con el Chelsea, su nombre aún resuena entre los fanáticos que vieron en él al heredero de una generación dorada que nunca llegó a la gloria internacional.

Para Steven Gerrard, no había dudas: «Todo lo que hace Messi, Joe lo puede hacer mejor», llegó a declarar cuando lo vio entrenar por primera vez en el Liverpool, a donde Cole llegó como refuerzo estelar en 2010. El ídolo de los Reds no solo se deshizo en elogios, sino que incluso lo imaginó ganando el Balón de Oro. Esa confianza en su calidad técnica iba más allá del compañerismo: «Solía hacer trucos con una pelota de golf que la mayoría no podría ni intentar con una de fútbol», afirmó.

De joya del Chelsea a promesa rota en Liverpool

El salto al estrellato de Joe Cole fue fulminante. Formado en el West Ham, dio el gran paso al firmar con el Chelsea en 2003, en plena era de reconstrucción bajo la dirección de José Mourinho. Allí vivió sus mejores días: titular indiscutido, campeón de dos ligas consecutivas, referente ofensivo y pieza clave de una generación que ilusionaba a todo Inglaterra.

Pero el destino le tenía una prueba difícil. Una lesión de rodilla durante la temporada 2006 marcó un quiebre. A pesar de su regreso, su lugar había cambiado: el plantel estaba repleto de figuras y él pasó de estrella a suplente. La última Premier League que ganó la celebró desde el banco, lo cual generó tensiones internas. Su relación con el club se resquebrajó y decidió cambiar de rumbo tras 282 partidos con la camiseta blue.

En el Liverpool, el escenario parecía ideal para relanzar su carrera, pero la realidad fue otra. Aunque inicialmente brilló en los entrenamientos y asombró a sus nuevos compañeros, su rendimiento en partidos oficiales estuvo lejos del esperado. La competencia con nuevos talentos emergentes y el peso de las expectativas jugaron en su contra.

Una carrera que prometía más

Mientras nombres como Wayne Rooney o Theo Walcott ganaban terreno, Cole comenzó a quedar rezagado. Ni siquiera fue convocado al Mundial de Sudáfrica 2010, una señal clara de que ya no estaba en la primera línea. En 2011, se fue cedido al Lille de Francia, y luego inició una serie de pasos breves por clubes como Aston Villa, Coventry City y los Tampa Bay Rowdies de la MLS, hasta que finalmente colgó los botines.

A pesar de no haber alcanzado todo lo que se esperaba de él, Joe Cole dejó una huella imborrable por su talento natural, sus destellos de genialidad y esa capacidad única de hacer lo difícil parecer fácil. Como tantos otros casos en el fútbol, su historia es la de una estrella que brilló con fuerza, pero fugazmente, dejando en el aire la eterna pregunta: ¿qué habría pasado si la historia hubiese sido diferente?