El actual diputado nacional y candidato a legislador porteño por Unión por la Patria, Leandro Santoro, busca aprovechar el desgaste del PRO tras casi dos décadas de gestión en la Ciudad de Buenos Aires. En una entrevista reciente, Santoro aseguró: «La descomposición del proyecto del PRO nos da una oportunidad en la Ciudad». Desde un perfil de “alfonsinista abrazado por el peronismo”, el dirigente intenta construir una alternativa local más amplia que la tradicional base kirchnerista.
Uno de los ejes principales de su discurso fue el deterioro de los servicios públicos porteños. Según Santoro, existe un entramado de empresas privadas que controlan funciones esenciales como la recolección de residuos, el mantenimiento de escuelas y hospitales, y el acarreo de vehículos, con escaso control estatal. «El problema no es tercerizar, sino perder el control sobre los servicios y beneficiar a amigos del poder», afirmó.
El diputado apuntó contra el modelo de concesiones prorrogadas y contratos irregulares que, según él, benefician a empresarios cercanos al macrismo. «El servicio público se desmoronó. Y los porteños empiezan a notarlo: en la basura que no se recoge, en el deterioro de las escuelas y en el transporte», advirtió.
También se refirió a la gestión de Jorge Macri, actual jefe de Gobierno, señalando que los últimos años ya evidenciaban una pérdida de calidad: «Se oxidaron. Gobernaban creyendo que ganarían siempre solo por agitar el antiperonismo».
Una estrategia electoral que apunta más allá del peronismo
Santoro reconoció que su propuesta busca interpelar a votantes que no se identifican tradicionalmente con el peronismo. «Si estamos competitivos es porque logramos contener a todo el electorado progresista, humanista, e incluso a sectores independientes y radicales», explicó.
El dirigente, que se define como «alfonsinista», aseguró que su construcción política no está atada exclusivamente al kirchnerismo: «Quiero representar una mayoría social que valore la justicia social, el medio ambiente y el progreso económico. No busco representar solo al peronismo».
En esa línea, destacó que su candidatura fue diseñada como una oferta local, despegada de los conflictos nacionales: «Esta campaña tiene que ver con los problemas concretos de los porteños. No con las disputas de la política nacional», aseguró.
La pelea entre La Libertad Avanza y el PRO
Consultado sobre la competencia con Manuel Adorni (La Libertad Avanza) y Silvia Lospenatto (PRO), Santoro sostuvo que la verdadera disputa está entre Milei y Macri por el liderazgo de la derecha. «Usan la elección de legisladores en CABA como un tubo de ensayo para ver quién manda. No discuten los problemas reales de los porteños», criticó.
Santoro remarcó que su proyecto se construye en contraste a la “crueldad” que, según él, representa el modelo de Milei. «Hay que construir una alternativa solidaria, tolerante, humanista», planteó.
Relación con el kirchnerismo y sus diferencias
Santoro también respondió a las críticas que lo señalan como “kirchnerista”. Se describió como «un alfonsinista que fue abrazado por el peronismo» tras la derechización de la UCR. «Mi identidad siempre fue la misma. La gente ya sabe de dónde vengo y qué represento», subrayó.
Frente a los ataques de sus adversarios, consideró que «cuando no pueden atacar propuestas, intentan caricaturizar a la persona». De todos modos, insistió en que su apuesta es ampliar el electorado y no quedar encorsetado en los límites del kirchnerismo duro.
Problemas en la gestión porteña y pérdida de apoyo
Santoro enumeró distintos indicadores que, según él, muestran el desgaste del PRO en la Ciudad:
- El rechazo al nuevo Código Urbanístico.
- El descontento con el acarreo de autos.
- La baja calidad en servicios tercerizados.
- Los escándalos por la fuga de presos en comisarías porteñas.
«Los porteños empiezan a notar que hace 18 años gobiernan los mismos, pero cada vez ofrecen peores servicios», disparó.
De cara a los comicios, Santoro pidió «una reflexión profunda» sobre el tipo de ciudad y de país que se desea construir. «Hay que equilibrar el mercado con un Estado presente. Recuperar una mirada solidaria. Terminar con esta lógica de la crueldad que nos divide», concluyó.