La inflación de alimentos de abril alcanzó un incremento promedio de 3,4%, impulsada principalmente por el fuerte aumento de casi 7% en los precios de la carne, según un informe de la consultora LCG. En el reporte, la consultora destaca que la variación de precios de los productos alimenticios refleja una presión constante sobre la canasta básica de los hogares argentinos. “La carne lideró las subas, duplicando el promedio de la inflación mensual”, explicó LCG en su informe.
Este aumento de la carne se ubica muy por encima del incremento promedio de los alimentos, lo que genera un fuerte impacto en el presupuesto familiar. De acuerdo con el análisis de LCG, el precio de la carne subió un 6,9% en las últimas cuatro semanas, lo que se convirtió en uno de los principales factores detrás de la suba general de los precios.
Suben otros productos clave como condimentos y lácteos
El informe de LCG también señala que otros productos clave de la canasta alimentaria, como los condimentos y los lácteos, también experimentaron aumentos significativos. Los condimentos subieron un 5,5%, mientras que los lácteos y huevos lo hicieron un 3%. Sin embargo, no todos los productos tuvieron aumentos. Verduras y aceite registraron descensos en sus precios, con caídas de hasta 1,6%.
A pesar de la presión inflacionaria en varios sectores, LCG destacó que en la medición semanal de precios no se registraron grandes variaciones en los últimos siete días de abril. “La estabilidad en ciertos productos, como el azúcar, sugiere que los precios de algunos alimentos podrían estabilizarse en el futuro cercano”, detalló la consultora.

Impacto en las familias argentinas
El aumento de los precios de alimentos, especialmente de la carne, sigue siendo una de las principales preocupaciones de los consumidores. La consultora LCG advirtió que el aumento de los precios está afectando especialmente a los hogares con menores ingresos, que destinan una mayor proporción de su presupuesto a la compra de alimentos básicos. “Las familias argentinas continúan enfrentando dificultades para cubrir los costos de productos esenciales debido a la inflación”, afirmó LCG.
Aunque algunos productos han registrado bajas en sus precios, como el aceite y las verduras, la subida constante de los precios de la carne y otros alimentos sigue presionando a los consumidores. La consultora también señaló que los aumentos en los precios se mantienen en un contexto de tensión económica, con fluctuaciones en el tipo de cambio que siguen influyendo en el comportamiento de los precios.
El informe de LCG confirma que la inflación de alimentos cerró abril con un aumento de 3,4%, impulsado principalmente por el incremento de la carne, que alcanzó una suba de 6,9%. La situación sigue afectando a las familias argentinas, que deben afrontar precios más altos para productos básicos. Con la carne como principal impulsor, se prevé que la presión inflacionaria continúe en los próximos meses, afectando el consumo y el poder adquisitivo de los hogares.