Frente a la ya vigente preocupación por la adicción a las pantallas y las apuestas online entre infantes y jóvenes en edad escolar, la Legislatura de Mendoza aprobó en las últimas horas una reforma a la Ley de Defensa del Consumidor que contempla nuevas formas de herramientas de control parental.
En concreto, esta reforma, que ya cuenta con media sanción en la Cámara de Senadores y contó con una aprobación unánime en Diputados, exige a los prestadores del servicio de billeteras virtuales a incorporar en ellas un sistema de control parental.
De ese modo se supone que los padres o tutores responsables puedan acceder de manera constante y permanente, en tiempo real, a la totalidad de movimientos financieros que se efectúen desde las cuentas manejadas por menores de edad, como es el caso de pagos, transferencias y depósitos.

De acuerdo con el testimonio de la diputada Sol Salinas, el sistema está diseñado para que opere de manera similar al modo en que funciona el resumen de las tarjetas de crédito y el sistema de Home Banking. En efecto, los adultos serán capaces de inspeccionar un perfil puntual que esté asociado a la billetera de su hijo o hija, pudiendo tener un control efectivo sobre en qué utilizan el dinero y detectar de manera temprana movimientos que se sospechen de estar relacionados con apuestas online.
Este proyecto surge a manera de respuesta frente a una problemática detectada sobre todo durante la pospandemia, cuando docentes y directivos educativos advirtieron sobre un fuerte incremento en la adicción de los jóvenes a los dispositivos móviles y las plataformas de casinos y apuestas.
Qué dicen los nuevos relevos
Por su parte, la posibilidad de que el Gobierno Nacional proponga un proyecto de ley que pretende legalizar la publicidad del juego online dio inicio a una serie de debates y alertas tanto en la oposición, que denunció una contradicción directa con aquella media sanción de la Cámara de Diputados a una propuesta cuyo destino es precisamente combatir la ludopatía, especialmente entre los menores de edad, como así también en los ámbitos de expertos en la salud mental.
Aquellos expertos coinciden en que los jóvenes que crecieron con acceso constante y muchas veces irrestricto a internet, redes sociales y las plataformas de juegos y apuestas online se convirtieron en verdaderos autodidactas, con fácil dominio de las nuevas tecnologías y, por sobre todas las cosas, constantes buscadores de gratificaciones instantáneas. La fugacidad que contemplan las transacciones propias de las apuestas online, de la misma manera en que opera un like, cumple con la satisfacción del deseo de recompensas rápidas y concretas.

En contraste con tiempos pasados, los ídolos contemporáneos no son ya los deportistas, actores o músicos tradicionales. Por el contrario, se trata de los llamados gamers y streamers, es decir, personas que juegan videojuegos o diseminan información, mayormente intrascendente. en la esfera virtual. De ese modo, en estos días la fama se mide en términos de seguidores, vistas y, desde luego, en sponsors (el llamado canje). Este nuevo arquetipo distópico del creador de contenido digital, que aparenta llevar una vida fácil, próspera y ostentosa, ha devenido en un modelo a seguir.