En medio de las internas, tensiones y pases de factura, el expresidente Mauricio Macri y el estratega presidencial Santiago Caputo sorprendieron a todos al protagonizar una postal que podría cambiar el tablero político: un abrazo cargado de mensajes en la gala liberal del año.
Un gesto inesperado que dice más que mil discursos
Durante la cena anual de la Fundación Libertad, celebrada este lunes en la Ciudad de Buenos Aires, ocurrió la imagen política que nadie esperaba: Mauricio Macri y Santiago Caputo, el asesor más influyente del presidente Javier Milei, se saludaron afectuosamente entre sonrisas, en un salón colmado de empresarios, dirigentes y lobbistas.
La escena no fue casual ni protocolar. Caputo, que ingresó fumando y esquivando cámaras, se acercó directamente a Macri, le tendió la mano y recibió un abrazo fraternal, coronado por un intercambio de palabras al oído, informó NA. Algunos testigos aseguran que el expresidente le dijo: “Tenemos que ordenar esto”.
Del cortocircuito a la distensión
El gesto cobra una dimensión mayor si se tiene en cuenta la tensión acumulada entre el PRO y La Libertad Avanza, especialmente por las trabas para consolidar una alianza electoral conjunta en la provincia de Buenos Aires y otras plazas clave.
Macri se mostró varias veces molesto con el rumbo unilateral del Gobierno, mientras que desde la Casa Rosada evitaron bendecir oficialmente al expresidente como socio privilegiado. En ese marco, el abrazo con Caputo funciona como una señal de distensión y posible acercamiento, justo cuando más se necesita.
Fundación Libertad, la cuna del nuevo pacto
No es casual que esta escena ocurriera en la cena más importante del liberalismo argentino, organizada por Alejandro Bongiovanni. El año pasado, Javier Milei fue el gran protagonista, al pronunciar su célebre: “La economía va a subir como pedo de buzo”. Esta vez, sin el Presidente en escena, la atención recayó en los gestos no dichos, como el que protagonizaron Macri y Caputo.
Para muchos, fue una señal de que las piezas están volviendo a acomodarse, no por amor, sino por conveniencia: Milei necesita músculo político, y Macri, volumen de poder real.
¿El abrazo que anticipa un pacto?
Mientras los libertarios y el PRO siguen sin sellar una coalición formal, el abrazo de este lunes parece adelantar un entendimiento pragmático, que podría expresarse en listas compartidas o en un acuerdo parlamentario más profundo.
El momento no fue casual. A meses de las elecciones generales y con una oposición fragmentada, la imagen de unidad entre dos de los cerebros políticos más influyentes del país puede marcar el inicio de una nueva etapa.
En política, los gestos hablan. Y el de Macri y Caputo no fue inocente. ¿Se viene el tan anunciado pacto liberal? ¿Fue sólo un acting para la tribuna? En un país donde las alianzas se hacen y deshacen en una cena, el abrazo más comentado de la semana podría ser el prólogo de un nuevo reordenamiento nacional.
