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SOCIEDAD

Sartirano Figli: los vinos piamonteses que compiten contra Burdeos

San Silvestro en Novello y la Azienda Agricola Costa di Bussia – Tenuta Arnulfo en Monforte d’Alba son dos bodegas diferentes pero complementarias que constituyen el sueño de Paolo y Guido Sartirano hecho realidad.

Sartirano

La llegada de la familia Sartirano, con su dilatada experiencia en la industria vitivinícola piamontesa, supuso todo un nuevo capítulo para Tenuta Fiammenga, aportando un aire innovador pero sin descuidar la fidelidad al rico patrimonio cultural y vitivinícola de la zona. Y sucede que la misión de la familia Sartirano es fortalecer el vínculo con la tierra y recuperar los métodos ancestrales de vinificación.

La Fiammenga habría de convertirse en un destino vinícola que se propone mirar hacia el futuro pero jamás desestimando el pasado. En tal sentido, se ha realizado un gran esfuerzo para replantar los viñedos, con especial atención a la producción de vinos que expresen con la mayor fidelidad la originalidad y la calidad del Monferrato. Hoy en día, Tenuta Fiammenga sigue siendo un símbolo de cómo la historia, el arte y la viticultura pueden amalgamarse con el propósito de crear vinos que no solo son expresión de un territorio, sino también testimonio de un rico patrimonio cultural.

En la actualidad, Tenuta Fiammenga ocupa un total de 30 hectáreas, todas de cultivo natural, en el corazón del Monferrato. De ellas, la mayor parte del terreno (25 hectáreas) está plantado o en proceso de replantación con viñedos productivos. Por otro lado, entre las variedades que se cultivan se cuentan uvas tradicionales tales como la Barbera, la Grignolino y la Freisa, junto con otras internacionales como Cabernet Sauvignon, Malbec, Chardonnay y Pinot Noir (conocida en la región como Pinot Nero).

San Silvestro

San Silvestro se constituye en tanto que la bodega familiar desde finales del siglo XIX, en el año 1871 y se encuentra ubicada en la actualidad en Novello, a orillas del pequeño lago Ghercina. Estas modernas instalaciones, parcialmente subterráneas, garantizan un elevado nivel de calidad merced de la tecnología que se emplea. La superficie total es de cinco mil metros cuadrados e incluye incluso un laboratorio interno para garantizar el control de calidad. Por otro lado, presenta una capacidad de almacenamiento de 20 000 hectolitros, una sala de afinado de madera, una bodega de botellas, una embotelladora con una velocidad máxima de 4000 botellas por hora, un almacén con capacidad para 1200 palets de vino, sistemas de control de temperatura y humedad, una elegante sala de exposiciones, una sala de catas y una sala de reuniones. Aún más, San Silvestro también produce vinos con certificación biológica.

Como agregado de valor, desde noviembre de 2013, San Silvestro cuenta con la certificación BRC Global Standard. Se trata de un sistema de control de calidad y seguridad utilizado por más de 20 000 empresas en 90 países alrededor de todo el mundo. Lo que hace la norma BRC es garantizar estándares de calidad, producción y seguridad que, a su vez, aseguran al consumidor final un producto de alta calidad. En la evaluación correspondiente al año 2016, San Silvestro recibió la calificación “A”, es decir, la calificación máxima.

Costa di Bussia

Por otro lado, está la finca Costa di Bussia que pasó a formar parte del grupo Sartirano el 26 de junio del año 1988. Paolo Sartirano adquirió esta joya situada en la famosa colina de Bussia, en Monforte d’Alba. Originalmente, se fundó en 1874 por Luigi Arnulfo. De ese modo, Costa di Bussia cuenta con una historia única: es una bodega pequeña e independiente con 11 hectáreas de viñedos en una sola propiedad. Los vinos se elaboran de manera exclusiva con las uvas cultivadas, vinificadas, afinadas en barricas de madera, embotelladas y envasadas en la propia finca. La producción media anual es de 80.000 botellas.

Sorpresivamente, durante las obras de renovación, Sartirano encontró cartas y documentos propiedad de Luigi Arnulfo que recibió en su época. Fue un “pionero del vino Barolo” y su mayor éxito fue enviar su Barolo a Estados Unidos, Gran Bretaña y a otros países europeos en 1890. Asimismo, creó una etiqueta para su Barolo cosecha 1883 en la que ya había escrito la zona de producción, copiando el sistema francés “Crus”: Regione Bussia, Monforte d’Alba, ya un símbolo de vinos de calidad.