No hay dudas de que Yanina Latorre es una de las figuras más destacadas del mundo del espectáculo, y es que pocas son tan polémicas como ella. Ahora que conduce Salvese quien pueda por la pantalla de América TV, la esposa de Diego Latorre se muestra más letal que nunca.
En esta oportunidad Yanina Latorre dejó a todos impactados con lo que reveló sobre el presente de Diego Brancatelli, y es que un escándalo se armó luego de que se filtraran mensajes del periodista que lo dejarían en evidencia. En estas capturas se lo ve al comunicador mantener una supuesta conversación subida de tono con una colega, Luciana Elbusto.
Sobre cómo se habrían filtrado estos chats, Yanina Latorre reveló: «Primero decían que habría sido el CM de ella, que parece que lo echaron». Pero frente a los rumores de que esta versión estaría lejos de la realidad, la conductora de Salvese quien pueda recordó el altercado que tuvo con Diego Brancatelli cuando se filtró el affaire de Diego Latorre.
Si bien Diego Brancatelli le pidió disculpas, Yanina Latorre apuntó: «Yo tengo muchas historias de él porque todos hablan. Ella habla mucho en su lugar de trabajo y todos los compañeros lo saben. Este vínculo viene hace diez años. En su momento, me lo cuentan, ella se hizo una casa en Luján y él iba. Pero ellos decían que eran amigos».
«Ella se casa después con el padre de sus hijos, el vínculo con Brancatelli era anterior. Después se separó, intentó dejarlo, pero al tiempo volvieron», relató sin pelos en la lengua Yanina Latorre. «Hace un tiempo que ella está queriendo blanquear y él le dice: ‘No, no me animo, no me puedo separar'», aseguró la conductora.
«Ella está harta de esta situación. Contó que Brancatelli le decía que no se animaba a separarse por el sufrimiento que le provocaría no ver a sus hijos todos los días. La relación es con idas y vueltas. Desde hace un año se ven con regularidad. Él la pasa a buscar todos los martes», disparó Yanina Latorre delante de todos sus compañeros.
En los chats, Diego Brancatelli le dice a Luciana Elbusto: “Me quedé pensando en lo rica que estabas. Con qué ganas te la comí. Me podría quedar una hora, literal”. En otra captura, la periodista me manda: “Si Jesús murió en la cruz clavado, podés clavarme también. Aún en Semana Santa”. “Se me eriza la piel de recordar”, le responde el comunicador.
