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ESPECTÁCULO

«Quedarme sola con un bebé»: consternación por lo que expuso Elba Marcovecchio a cuatro meses de la partida de Jorge Lanata

Se quedaron todos sin palabras.

Elba Marcovecchio

Nadie puede negar que el fallecimiento de Jorge Lanata impactó por completo en el mundo del espectáculo, y es que si bien se encontraba hace más de seis meses internado en terapia intensiva, su gente todavía guardaba esperanzas. A cuatro meses de su partida, Elba Marcovecchio se animó por primera vez a hablar a fondo de su relación con el periodista. 

En conversación con Revista Hola, Elba Marcovecchio reveló cómo trataba Jorge Lanata el tema de la muerte previo a su última internación. “Era un tema y un temor. Por eso le regalé un muñeco de Batman, como él mismo contó. Siento que Jorge tenía miedo de que le pasara algo. Pero era un miedo lindo, en el sentido de que lo llevaba a querer vivir feliz siempre, no resignaba ni un solo día, y eso era hermoso”, comenzó.

“Tampoco es que me lo decía mucho porque para mí era demasiado fuerte. Él quería disfrutar, lo único malo es que eso también le hacía no querer dejar el cigarrillo. Esta internación que mencionás, del 23 de agosto al 16 de septiembre, fue durísima. Y al día siguiente de su alta falleció de la nada una amiga mía. Y Jorge me consoló. Fue todo junto, muy difícil”, continuó.

“En realidad, no sé si Jorge salió con una nueva visión de la vida, él ya tenía esta postura de querer estar feliz. Nuestro matrimonio fue un matrimonio de disfrute, compartíamos todo. Le encantaban los chismes, se reía a carcajadas y en casa no hablaba nunca de política. Compartíamos un humor blando, sencillo, simple. Y le encantaba enseñarme cosas tanto como incursionar en temas nuevos”, contó Elba Marcovecchio. 

“Nosotros no nos peleábamos, podíamos tener alguna discusión, pero se solucionaba antes de irnos a dormir. Era un tipo fuerte en un montón de cosas y a la vez muy cálido, profundo, muy dulce. Y muy incorrecto, que es algo que me encantaba y me divertía mucho. Jorge era irreverente: cuestionaba todo. No hay nadie como él. No hay quien ponga una voz a contracorriente, que se cuestione el orden establecido, que diga cómo poder vivir en un mundo mejor. Esa cosa social que tenía me encantaba”, señaló la abogada. 

En cuanto a si les quedó algo pendiente, Elba Marcovecchio manifestó: “¡Nos quedó pendiente vida! Él quería ir a Egipto. Nunca me imaginé que iba a partir, ni que sería tan pronto. Nosotros conectamos desde el primer momento, como si nos conociéramos de toda la vida. A mí no me quedó pendiente tener un hijo porque hubiera sido muy fuerte quedarme sola con un bebé otra vez… Yo me quedé sola con mis hijos siendo muy chicos y fue muy duro para mí y para mis hijos”. 

“Para ellos, perder de vuelta un papá es un montón. Pero se quedaron con sus enseñanzas. A Allegra la estimuló a pintar, a hacer lo que ella quisiera. Y Valen es un cuestionador, muy estudioso. Todo ese preguntar e investigar lo aprendió de Jorge en la diaria. Lo de adoptarlos lo hablamos, pero yo no quise porque los chicos tienen su identidad, su apellido. Fue un papá del corazón sin tener que pasar por un proceso que no era necesario”, siguió.

“Reconozco que al principio me enojé con la vida. Enojarse es más fácil que sufrir, y sufrir duele mucho. Yo cuando Jorge estaba internado, tenía esperanzas. Y después ya está, la partida es categórica. Jorge era joven y tenía tantas ganas de vivir que me pareció cruel en ese sentido. Pero después lo empecé a encontrar en las risas, en las anécdotas, en la alianza, en el rosario, en un suéter que me regaló que me encanta usar”, cerró Elba Marcovecchio.