DDM, el ciclo conducido por Mariana Fabbiani para América TV, ha logrado consolidarse como uno de los programas más vistos de la pantalla chica. No solo sorprenden semana a semana con las más impactantes primicias de lo que sucede en la farándula, sino que además presentan a los televidentes fuertes testimonios.
En esta oportunidad Mariana Fabbiani invitó a Nazarena Vélez, que a diez años del sucidio de Fabián Rodríguez, se animó a hablar del productor. Movilizada, contó cómo afectó a su hijo Thiago la pérdida de su padre. «Ahora no quiere ir al cementerio, yo cometí un error pero hice lo que pude», reveló la panelista de LAM.
«Los primeros años yo lloraba mucho en el cementerio, y a él le hacía muy mal. Estaba entendiendo qute tenía al padre muerto y que la madre lloraba. Lo abrazaba, porque a mí ver a su hijo arriba de la tumba de su papá era… Ahora aprendí que lo tengo que dejar y darle su espacio. No puedo cargarlo con más dolor», continuó Nazarena Vélez.
«Siento que en un punto está enojado sin entender mucho. Siempre me dice que yo me quedé a lucharla. Se enoja pero sabe que era un gran hombre. Eso se lo digo siempre, está presente. Sale en las charlas lo justo y necesario, es un tema que todavía le duele mucho como para encarar charlas. Uno aprende a vivir con esa cicatriz», siguió.
«Cuando el dolor es tan profundo y son seres amados tan directos y de maneras tan trágicas es aprender a vivir con una cicatriz. Vos te tocás la cicatriz y duele. Hay que aprender a ver el lado positivo, mis hijos son increíbles, soy afortunada, abuela. Tengo una vida hermosa, Dios me ha dado revancha siempre», señaló Nazarena Vélez.
«Me sentí muy mala madre, era muy triste vivir conmigo. Yo no me lo podía permitir, amo a mis hijos y los traje porque lo quise. Cuando uno trae un hijo a la vida se tiene que hacer cargo y yo no les podía amargar la vida. Vivía en piyama todo el tiempo, me tomaba dos o tres copas de vino. Hay que pedir ayuda, tengo padres increíbles y hermanos maravillosos. Mi familia es increíble», manifestó.
«Yo conocía a Fabián antes de que se casara con Nazarena. Él no supo pedir ayuda, se mayó por nada. Vos lo veías y estaba bien, pero estaba enfermo. Pese a que por dentro le corría una procesión, no demostraba. Nadie se dio cuenta de lo que necesitaba. Sufría inmensamente por cuestiones quizás mínimas», aportó D’Alessandro. «Estaba enfermo, va más allá de eso. La salud mental no es una sola causa. Es una patoplogía de salud mental, es importante que hablemos de eso», aclaró Mariana Fabbiani.
