En el año 2009, Hundred Hills conformó un equipo con el objetivo de lograr dar con el valle calcáreo perfecto en Inglaterra, centrándose en la viticultura sostenible para ofrecer vinos con un marcado carácter de terroir. Eventualmente, consiguieron dar el terroir perfecto para Hundred Hills. Por otro lado, además de contar con suelos calcáreos idóneos que son capaces de drenar con libertad y captar el calor del verano, la topografía del viñedo Hundred Hills ofrece un valle resguardado y seco con pendientes suficientes para permitir que las heladas primaverales se escurran, protegiendo, a su vez, las vides de los vientos que predominan desde el oeste.
Otro aspecto favorable es que el clima fresco permite que las uvas se mantengan sanas durante más de cien días año tras año. Esto conduce a que los sabores y aromas se desarrollen, maduren y se concentren, conservando asimismo, al momento de la cosecha, los niveles de azúcar y la acidez vitales necesarios para crear vinos espumantes refinados y de marcada longevidad.

En la actualidad, producen algunos de los mejores vinos de edición limitada de Inglaterra, desde su emblemático Illustration No.1 de 2018, hasta el aclamado Blanc de Blancs de parcela única de 2019, y el rico y envolvente Hillside No.3 de 2019. Sus vinos se encuentran actualmente en más de 30 de los mejores restaurantes con estrellas Michelin del Reino Unido.
La historia
Stephen y Fiona Duckett comenzaron la búsqueda del viñedo ideal para producir vino espumante inglés en 2009, con la ayuda del Doctor Michel Salgues, antiguo enólogo de la Maison Louis Roederer. Tras tres años y el análisis de más de cien muestras de suelo, encontraron el lugar perfecto en el valle de Stonor, cuya creta se asemejaba a la Côte des Blancs de Champagne. Compraron 17 hectáreas de terreno baldío en Oxfordshire, intacto desde el siglo XVI y rodeado de bosques centenarios, donde nacieron los viñedos de Hundred Hills.
Hoy, diez clones de Chardonnay y Pinot Noir de bajo rendimiento crecen en una temporada larga y fresca, con uvas cosechadas en octubre para equilibrar la acidez, los azúcares y los sabores. En la bodega, las técnicas minimalistas preservan los delicados compuestos aromáticos, asegurando que los vinos de Hundred Hills sean elegantes y adecuados para maridajes complejos.
Características del terroir
El matrimonio Duckett se enamoró de la ubicación principalmente por tres razones. Sobre el borde del valle se encuentra la llanura de Aylesbury, desde la cual el aire cálido fluye en una corriente constante que desciende hacia Henley. A medida que fluye, disipa las heladas en invierno, limpia el aire de moho durante la formación de las uvas en primavera y aporta aire cálido que permite que las uvas maduren uniformemente durante los meses de verano. Solo en términos de heladas y moho, esto les da una gran ventaja sobre otros productores de vino ingleses.

También ha habido buen criterio: plantar las vides de Pinot orientadas al este, en lugar de la orientación sur habitual, significa que reciben de tres a cuatro horas adicionales de sol cada mañana. Las uvas se fermentan y se embotellan por parcela; posteriormente, sus orígenes se indican claramente en un pequeño mapa, cuidadosamente colocado en la parte superior de cada contraetiqueta. Cada añada también se embotella por separado: «Cada año es diferente, y quiero catar vinos con su propia historia», afirma el propietario de Hundred Hills.
El húmedo verano de 2014, cuando el equipo plantó las primeras 17 hectáreas de vides, permitió que las nuevas plantas se establecieran sin riego. Luego, en otro golpe de suerte mucho menos evidente, la feroz sequía de 2018 obligó a las jóvenes raíces a excavar en busca de agua y minerales. Cinco años después, se encuentran ancladas a una ventajosa (y nutritiva) profundidad de diez metros.