No hay dudas de que Ricardo Darín es una de las figuras más importantes del mundo del espectáculo, y es que además de tener una extensa trayectoria y un inmenso talento, es de los más queridos por el público. La gente siempre se encuentra pediente de lo que sucede en su vida, tanto a nivel artístico como personal.
En medio del éxito internacional de El Eternauta, Ricardo Darín habló con Gente y se mostró más sincero que nunca. Con el corazón abierto, el actor habló de las metas que todavía le faltan por cumplir, el paso del tiempo y el recuerdo de sus padres. “Pararnos frente a semejante enorme muralla a inicios de la filmación fue el primer gran cachetazo que recibimos todos en relación a la escala de producción”, dijo al referirse a la serie argentina.
Después de años de carrera y frente a la gran producción de El Eternauta, Ricardo Darín todavía se sorprende frente a los avances de la tecnología: “¿Quién podía imaginar eso? ¿Quién podía imaginar nomás hace treinta años que nuestra vida, lamentable o afortunadamente, dependería tanto de un adminículo que llevamos encima, con el cual estamos comunicados no sólo con nuestra familia y nuestros amigos, sino con el mundo y que cada vez cobra más y más presencia en cada vida? Nunca se me cruzó por la cabeza”.
“Yo vengo de una familia de actores que trabajaban en teatro, en cine, en radio, en televisión, hacían lo que podían y lo único que querían era estabilidad económica. Hablo de ver felices a mi papá (Ricardo) y mi mamá (Renée) cuando conseguían un trabajo y esa estabilidad, y tristes y angustiados cuando la perdían. Eso a mí, en lo personal, me invalidó la posibilidad de cualquier pretensión hollywoodesca”, señaló.
“No había nada más importante que tener trabajo, y lo sigue siendo. Paradójicamente el punto frágil de nuestro oficio, de nuestra profesión, de nuestra vocación, es ése: hay tantas actrices, tantos actores, tantos artistas en general con verdadero talento y capacidades increíbles que no consiguen estabilidad y deben dedicarse a otra cosa, no sólo para sostener a su familia, sino para sostener su vocación, lo cual es un doble o triple trabajo. Pasan los años, pasan están las décadas y seguimos medio dando vueltas alrededor de las mismas cuestiones”, reflexionó.
“La verdad es que yo no soy amigo de hacer balances. Me cuesta, a lo mejor porque me considero melancólico por estructura, y entonces trato de ir poco hacia atrás. Me gusta estar en el aquí y ahora, en el presente. Asignaturas pendientes creo que todos tenemos; de una forma o de otra nos hemos quedado con alguna cosa guardada en la mochila que no pudimos desarrollar. A mí me hubiese gustado tener un poco más de proximidad con la música o la oportunidad de adquirir conocimiento de algún instrumento, eso sí me quedó medio en el tintero”, reveló Ricardo Darín.
“Me hubiera gustado profundizar en ciertos deportes, sobre todo el tenis. Después, en términos personales, humanos, sería muy injusto de mi parte no estar satisfecho con la suerte que me ha tocado. Soy un privilegiado desde todo punto de vista, por haberme cruzado con la mujer que me crucé en esta vida, por tener la familia y los amigos que tengo y además por haber podido desarrollar mi vocación, mi oficio, mediante tantas oportunidades que se me presentaron, que es lo más difícil para los actores: tener chances. Pero bueno, no sé, al mismo tiempo no soy muy amigo de la palabra ‘satisfecho’”, contó.
