En un nuevo intento por dinamizar la economía regional y modernizar los mecanismos de distribución, el Gobierno nacional oficializó este martes la creación de un régimen simplificado que permitirá a los consumidores del resto del país adquirir productos fabricados en Tierra del Fuego con mayor facilidad y menos trabas burocráticas.
La medida fue establecida mediante el Decreto 334/2025, publicado en el Boletín Oficial, y apunta directamente a reducir la carga administrativa que pesaba sobre los productos provenientes del Área Aduanera Especial, un régimen que por décadas operó con fuertes restricciones para el traslado de mercadería hacia el continente.
El nuevo esquema habilita a personas humanas radicadas en el Territorio Nacional Continental a comprar hasta tres unidades de un mismo producto por año, siempre que el valor FOB (es decir, el valor de origen sin impuestos ni transporte) no supere los US$3000 por envío. El régimen tiene como condición excluyente que los productos sean para uso personal, por lo que queda expresamente prohibida su reventa.
Uno de los cambios centrales es la obligatoriedad de que las empresas fueguinas habiliten un sistema de ventas online, accesible para compradores de todo el país. De esta manera, se busca generar un canal directo entre los fabricantes y los consumidores finales, eliminando intermediarios y facilitando la operatoria.
La Secretaría de Industria y Comercio tendrá margen para ajustar los límites del régimen —tanto en cantidad de productos como en el valor de los envíos— en función de la demanda, evolución tecnológica y comportamiento del mercado. Esto otorga al sistema una flexibilidad que permitirá adaptarlo a distintas coyunturas económicas.
Según el Ejecutivo, el régimen actual era “burocrático y engorroso”, lo que frenaba el potencial de crecimiento de los bienes industriales de Tierra del Fuego, cuya posición geográfica y estatus impositivo siempre supusieron una barrera para su integración con el resto del país.
Ahora, con esta iniciativa, el Gobierno apunta a fomentar el consumo nacional de productos de esa zona, incentivar su competitividad frente a productos importados y acercar al consumidor común artículos como electrodomésticos, electrónica, celulares o textiles fabricados bajo los beneficios fiscales del polo fueguino.
Las operaciones estarán supervisadas por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), que deberá implementar un procedimiento simplificado de documentación, en línea con las normativas impositivas y aduaneras vigentes.
En resumen, se trata de una medida que busca no solo estimular la producción en el sur del país, sino también democratizar el acceso a productos nacionales de alta demanda, en un contexto donde la digitalización y la eficiencia ganan terreno como ejes centrales de la política económica.