Un momento muy triste fue el que se vivió en Cuestión de Peso (CDP), el programa que lleva adelante Mario Massaccesi a través de la pantalla de Canal Trece. Fue allí donde uno de los participantes, el Vikingo, abrió su corazón y contó su dura historia de vida, entre lágrimas.
«No me encuentro, no sé quién soy en realidad. Es mentira que uno olvida el pasado. Son cosas que a uno lo marcan, que te marcan a fuego y son marcas que nunca se borran. Siempre me dijeron, tenés que soltar, tenés que perdonar, tenés que dejar ir y eso es mentira. Nunca soltás, nunca perdonás, nunca dejas ir nada. Porque me robaron la vida. Por eso no sé quién soy”, lanzó.
«Tengo 49 años y debería tener mi familia, mis hijos, mi trabajo estable, mi casa y no tengo nada. Todo eso me lo robaron. Y no sé quién soy. No puedo avanzar. No quiero ni pensar en el pasado pero pienso todo el tiempo», expuso el Vikingo sin guardarse absolutamente nada.
Sin embargo esto no fue todo, ya que ante la atenta mirada de Mario Massaccesi decidió ir por más. «Soy grandote porque no quiero que me lastimen. Yo sé que, cuanto más intimidante soy, no me pueden hacer daño. Pero cuanto más grande soy, más hecho mierda estoy. Y es una batalla entre estar gordo y estar flaco. Sufrí dos abusos infantiles que nunca perdoné. Nunca los voy a perdonar, calculo. Ya había tocado este tema pero fue hace mucho tiempo y vuelven, todo el tiempo vuelven los fantasmas», aseveró.
«Lo traté un tiempo en terapia, no lo pude tratar más. Es repetitivo, porque no es solamente hoy. Siempre hay un desencadenante siempre. Yo empecé a ser así partir después de ese momento. Después de ese momento salió esto esto que soy ahora. Vivía peleándome en el colegio. Yo pensaba que me podía sacar eso con los demás, con violencia y pegaba y me peleaba», dijo el Vikingo.
Además, se encargó de hablar del abandono de su padre. «Se fue cuando tenía nueve meses. Nunca tuve esa parte paterna. Siempre me faltó eso. Mi mamá cargó las dos partes y era demasiado carga ya para cargarle un problema más”, expuso.