El Gobierno nacional oficializó la degradación de la Secretaría de Derechos Humanos a subsecretaría. La medida, publicada este miércoles en el Boletín Oficial, incluye un recorte del 40% de la estructura y del 30% del personal. La decisión generó un inmediato rechazo por parte de dirigentes de la oposición y organismos vinculados a la defensa de los derechos fundamentales.
El diputado de Unión por la Patria, Martín Soria, calificó la decisión como una “estrategia para romper la memoria colectiva”. En declaraciones radiales, sostuvo que “intentan borrar el lema de Memoria, Verdad y Justicia para que nunca más vuelva la violencia. Es parte de lo mismo, quieren hacerle olvidar al pueblo lo que pasó”.
Estela de Carlotto apuntó contra el Gobierno
Desde Abuelas de Plaza de Mayo también hubo críticas. Su presidenta, Estela de Carlotto, aseguró que la administración de Javier Milei “no tiene corazón ni alma” y advirtió que “están cerrando todas las puertas de lo que le hace bien a la sociedad”. La referente de los Derechos Humanos explicó que se le había entregado material explicativo al Ejecutivo, pero que fue archivado sin respuesta.
“Estamos con un Gobierno muy peligroso y muy dañino. Están haciendo llorar a todo el país”, expresó. Además de la degradación, el Ejecutivo dispuso que el Archivo Nacional de la Memoria y el Museo Sitio de Memoria ESMA sean unificados bajo el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH).
Consultas a Abuelas se triplicaron tras El Eternauta
En paralelo, Abuelas de Plaza de Mayo informó un aumento del 300% en las consultas recibidas durante mayo, en comparación con el mismo período de 2024. El fenómeno podría estar relacionado con el estreno de la serie El Eternauta, basada en la obra de Héctor Germán Oesterheld, secuestrado por la última dictadura junto a sus cuatro hijas.
Belén Altamiranda Taranto, integrante de Abuelas en Córdoba, dijo que la repercusión fue inmediata. “Hubo una revolución de consultas. Todo empezó antes del estreno, con los afiches que empapelaron Buenos Aires”, relató. Esas imágenes mostraban los rostros de Oesterheld y sus hijas, en una intervención de la organización H.I.J.O.S. que buscó visibilizar su desaparición.
Desde la oposición, la lectura es clara: reducir la Secretaría de Derechos Humanos no es una medida aislada. Para muchos, implica minimizar décadas de lucha y resistencia. Advierten que no se trata solo de recortar personal, sino de un intento por silenciar una parte vital de la historia argentina.