El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, lanzó duras críticas contra su par nacional, Mario Lugones, luego de que el Ministerio de Salud de la Nación anunciara que algunas vacunas comenzarán a ser evaluadas mediante ensayos clínicos con grupos placebo, incluso en casos donde ya existen inmunizaciones eficaces disponibles.
Desde sus redes sociales, el funcionario del Gobierno de Axel Kicillof calificó la medida como “peligrosa”, alertó sobre un “retroceso sanitario” y acusó al oficialismo de profundizar un negacionismo científico. “Es mentira lo que dicen sobre la OMS. Están tomando decisiones que parecen sacadas de los sectores más extremos del antivacunismo mundial”, sostuvo el ministro.
En ese sentido, apuntó directamente contra Lugones al asegurar que las políticas impulsadas por Nación están “hechas a medida del ministro de Salud de Estados Unidos, un declarado antivacunas”, y que se ponen en riesgo vidas humanas. “No podemos permitir que se ponga en duda la ciencia. Volver a discutir lo que ya está demostrado es retroceder a épocas oscuras”, alertó.
Kreplak fue aún más categórico al rechazar el uso de placebo en estudios clínicos cuando ya existen vacunas aprobadas: “Hacer estudios contra placebo cuando hay vacunas eficaces es un crimen. Y está penado en todo el mundo”.
Sin embargo, en un enfoque más técnico y con tono menos confrontativo, el reconocido infectólogo Eduardo López aportó matices importantes. En diálogo con Noticias Argentinas, explicó que el uso de placebos en estudios de vacunas “es una práctica común” en etapas tempranas de investigación, pero que no es ética cuando ya existen alternativas efectivas aprobadas.
“Cuando una vacuna ya demostró eficacia, no se puede comparar con un placebo. Hay que chequearla contra la que ya está en el mercado”, explicó el médico, que fue parte del comité de expertos durante la pandemia de COVID-19. Además, indicó que en esos casos se aplica el criterio de no inferioridad, es decir, la nueva vacuna no debe tener menos inmunogenicidad ni menos seguridad que la que ya existe.
En el caso de las vacunas contra el COVID-19, como Pfizer, Moderna, CanSino, Sputnik o AstraZeneca, López recordó que fueron probadas inicialmente contra placebo, pero en un contexto donde no existían aún alternativas seguras.
Por eso, el especialista enfatizó que cualquier intento de aplicar la lógica del placebo en situaciones donde ya hay vacunas efectivas puede ser “antiético”, y que las organizaciones internacionales como el CDC europeo y la OMS imponen estándares estrictos para evitar este tipo de prácticas.
La polémica recién comienza, pero ya abre un nuevo frente entre el Gobierno nacional y la provincia de Buenos Aires, en un tema tan sensible como el de las políticas sanitarias y la confianza pública en las vacunas.
Lo anunciado por el gobierno nacional en materia de salud en la tarde de ayer es peligroso, amplia el negacionionismo contra la ciencia y continúa mintiendo sobre el rol, funciones y objetivos de la OMS.
— Nicolás Kreplak (@nkreplak) May 27, 2025
Es un combo del cual no obtenemos nada positivo, asumiendo muchísimo riesgo…