No hay dudas de que LAM, el ciclo conducido por Ángel de Brito para América TV, es uno de los programas más destacados de la televisión argentina. No solo sorprenden semana a semana con las más impactantes primicias del mundo del espectáculo, sino que además tienen toda la información de lo que sucede en la farándula.
En esta oportunidad sorprendieron a los televidentes se metieron en uno de los episodios más escandalosos en la vida de Wanda Nara: su denuncia por violencia de género a Mauro Icardi por lo sucedido en el Cheteau Libertador. En LAM, leyeron la declaración de una testigo clave: una de las empleadas de la mediática que presenció esta situación.
«Wanda había viajado con L-Gante y Jamaica el fin de semana a Río de Janeiro. Cuando ellos volvieron, yo no sabía bien en qué situación estaba. Subimos con Wanda, eran como las 23, porque las nenas estaban recontra durmiendo. Estaban todas las luces apagadas, estaba Mauro sentado en el sillón del living comedor», comenzó la empleada.
«Cuando entramos se notó que Mauro se sorprendió al vernos, ni la esperaba, me parece, porque le preguntó: ‘¿qué hacés acá?’. Ahí medio que empezaron a discutir, porque Wanda le preguntó ‘qué hacía él ahí, para qué había ido’. Y Mauro le contestó que era su casa. Y le decía de hablar y Mauro solo le decía ‘hablemos’. Y Wanda se fue a su cuarto y le pedía a Mauro que se lo abriera», continuó.
«Ella le decía también que le dé las llaves de Santa Bárbara, ella iba y volvía del cuarto, le reclamaba las llaves a Mauro, y él le decía que no se las iba a dar, que hablaran y después se las daba. Entonces, Wanda se pone nerviosa, le dice que iba a llamar a la policía. Y ahí fue que Mauro le dijo ‘vení que te doy las llaves’. Y se fueron los dos para el cuarto, cierran», siguió.
«Pasaron veinte minutos. Estaba toda la casa apagada y en silencio. Y yo empecé a escuchar a Wanda que gritaba ‘negra, negra’. Me paré, fui hasta el cuarto, abrí la puerta que estaba entornada y cuando entré lo que vi fue que Mauro estaba parado cerca de la puerta de la entrada de la habitación, yo pregunté ‘qué pasa’. Wanda estaba como corriendo agarrando ropa y me dijo ‘no, no, ya está, ya está», relató la empleada de Wanda Nara.
«Yo sentía que me tenía que me tenía que quedar, pero Wanda me dijo ‘ya está’, entonces volví a salir del cuarto y Mauro volvió a cerrar la puerta. Vuelvo a entrar y le digo a Wanda ‘dale, que nos están esperando’. Mauro nos siguió hasta que salimos de la casa insitiendo para que hablen, pero entramos al ascensor. En el ascensor, Wanda se puso a llorar como una nena, yo intenté consolarla. Luego, me dijo ‘negra, gracias, me encerró en el placard, gracias por acompañarme. Si vos no hubieses venido, no sé qué habría pasado'», cerró Evelyn.
