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POLÍTICA

La candidatura de Cristina Kirchner en Provincia de Buenos Aires inquieta al mercado financiero de cara a septiembre

Los inversores anticipan tensiones ante la elección provincial del 7 de septiembre, que podría generar incertidumbre cambiaria en un contexto de menor liquidación agrícola.

Cristina Kirchner

La postulación de Cristina Kirchner como candidata en la provincia de Buenos Aires reconfiguró por completo el calendario político y económico. Su decisión de competir en territorio bonaerense el próximo 7 de septiembre –más de un mes antes de las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre– generó incomodidad en el sector financiero, que había valorado la estrategia del Gobierno de Milei de estirar los tiempos para evitar sobresaltos.

El Ejecutivo había logrado que el Congreso aprobara la eliminación de las PASO, previstas inicialmente para mediados de agosto, con el objetivo de mantener la calma en los mercados. Sin embargo, la anticipación de una elección clave en el distrito más poblado del país vuelve a activar las alarmas entre quienes manejan grandes capitales.

El mercado no reaccionó de inmediato, pero toma nota

Pese al revuelo político, los mercados financieros no registraron ayer movimientos significativos. El dólar blue y el MEP mostraron leves bajas, mientras que el oficial se mantuvo en $1.200. Las acciones de empresas argentinas en Wall Street tuvieron una jornada positiva: Vista Energy subió 3,5% y tanto YPF como Pampa Energía avanzaron más de un 2%.

Esto sugiere que, por el momento, los operadores se mantienen expectantes. No obstante, si la expresidenta logra una victoria contundente –en especial en la tercera sección electoral, bastión kirchnerista del conurbano profundo– el Gobierno deberá actuar con rapidez para neutralizar cualquier señal de inestabilidad.

El temor a un giro discursivo

Desde su banca mediática y política, Kirchner apunta contra el rumbo adoptado por Javier Milei. Su regreso a las urnas representa un intento de posicionarse en un momento en que el oficialismo goza de respaldo popular y la economía muestra signos de estabilización.

Para muchos inversores, su presencia en la boleta bonaerense no solo anticipa un intento de reconstrucción política, sino también un posible freno a reformas estructurales. Si bien se trata de una elección provincial, su figura tiene peso simbólico y podría alimentar expectativas de cambio en el Congreso, especialmente si logra sumar bancas propias en octubre.

Menor ingreso de dólares y posible presión cambiaria

El momento elegido no es casual ni inocuo: septiembre es un mes en el que disminuye el ingreso de divisas por exportaciones agrícolas, ya que finaliza la vigencia de la baja de retenciones que impulsó el Gobierno. Esa menor oferta de dólares puede coincidir con una mayor demanda de divisas para atesoramiento, especialmente ahora que se levantó el cepo para el público.

En abril, la salida del cepo provocó una demanda puntual de USD 2.000 millones, interpretada por el mercado como una reacción inicial a la nueva libertad cambiaria. Pero el temor es que agosto y septiembre marquen una nueva pulseada, justo cuando se acentúe la campaña y aumente la incertidumbre.

Una candidatura vista como signo de debilidad

El hecho de que CFK se presente para una elección provincial y no nacional es interpretado por analistas políticos como una señal de repliegue. En privado, la propia expresidenta había reconocido que una derrota era posible y justificó su postulación en la necesidad de fortalecer la base peronista en el conurbano.

Desde el oficialismo se relativiza el impacto político de su candidatura, que aparece como una maniobra para sostener presencia mediática más que para disputar poder real. El desafío será contener las interpretaciones de los mercados en caso de un resultado favorable para el kirchnerismo en su bastión electoral.

Bonos en alza y expectativas ancladas

Un dato que refuerza la cautela actual del mercado es el comportamiento del Bonte 2030, que en las últimas ruedas mostró una mejora sostenida. Aunque el volumen de operaciones fue bajo, la tasa de rendimiento cayó del 29,50% al 26,50% anual en pesos, lo que indica una percepción de menor inflación futura.

Este dato, junto con la estabilidad del tipo de cambio y el repunte de las acciones, sugiere que el plan económico de Milei mantiene el crédito de los inversores, más allá de los intentos del kirchnerismo por recuperar protagonismo.