En medio del conflicto salarial que atraviesa el Hospital Garrahan, la Iglesia Católica salió a respaldar de forma explícita a los trabajadores del centro de salud pediátrico y lanzó cuestionamientos indirectos al Gobierno de Javier Milei. A través de una carta firmada por las máximas autoridades de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), la institución se mostró «perpleja» ante la falta de respuesta a los reclamos de los médicos.
«Queremos acercarles nuestra adhesión al pedido que hacen en relación con sus salarios y la situación general de la pediatría en el país», expresaron Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza y presidente de la CEA, y Raúl Pizarro, obispo auxiliar de San Isidro y secretario general de la entidad.
La misiva fue difundida públicamente este jueves y da cuenta de la preocupación de la Iglesia por los trabajadores que atienden «la dolorosa combinación de los más vulnerables: niños, personas con discapacidad y familias en situación de pobreza».
Críticas veladas al oficialismo
Sin mencionar directamente al presidente Javier Milei, la carta lanza preguntas con una fuerte carga crítica: «¿Qué nos ha pasado como sociedad que nos hemos vuelto insensibles al dolor de los más vulnerables? ¿Qué tipo de sociedad y de gobierno son capaces de no valorar adecuadamente la misión de los médicos?».
Desde la CEA remarcaron que el cuidado de la niñez es un mandato central para el cristianismo. «Jesús dice claramente en el evangelio que no quedará sin recompensa el que atienda a alguno de los pequeños», recuerda el texto.
Llamado a la reflexión y disposición al diálogo
La Iglesia también se comprometió a hacer oír el reclamo. «Nos ponemos a disposición para extender a través de nuestra voz un pedido tan justo como impostergable», aseguraron los obispos, antes de cerrar el mensaje con una bendición a los trabajadores y pacientes del hospital, en nombre de la Virgen de Luján.
El conflicto salarial en el Garrahan lleva varias semanas y, pese a las protestas, el Gobierno aún no anunció medidas que atiendan la demanda. El respaldo eclesiástico introduce un nuevo actor en la discusión y podría generar un impacto político ante una administración nacional que mantiene una relación distante con la Iglesia.
