El Ministerio de Salud encendió una señal de alarma ante el avance del sarampión en la Argentina. Ya hay 32 casos confirmados y otros 500 en estudio por su complejidad epidemiológica, lo que indica que el número real de contagios podría ser mucho mayor. Los brotes se registran en la Ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense y San Luis, y afectan principalmente a niños pequeños no vacunados.
Frente a este escenario, el ministro de Salud, Mario Lugones, apeló a un mensaje directo y sin rodeos en redes sociales: «¡Vacuná a tu hijo contra el sarampión, ya!». Según explicó, más de 620 mil niños del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) forman parte de la población objetivo, pero hasta ahora solo el 20,4% recibió la vacuna triple viral, que también protege contra rubéola y paperas.
Para abordar la situación, la cartera sanitaria creó una comisión especial que revisará periódicamente los casos sospechosos para determinar si efectivamente se trata de sarampión. Los casos confirmados se irán sumando al Boletín Epidemiológico Nacional. La urgencia del momento se debe a que se trata de una enfermedad sumamente contagiosa: cada persona infectada puede transmitirla a entre 16 y 18 personas si no están inmunizadas.
«El sarampión puede causar complicaciones graves, especialmente en menores de cinco años, como neumonía, encefalitis e incluso la muerte», advirtió el Ministerio de Salud y reforzó: «Al no haber tratamiento específico, la única forma de prevenirlo es vacunarse». Según los datos difundidos, los casos del conurbano se reparten en distritos como Quilmes, Florencio Varela, Berazategui, Almirante Brown, Moreno y Lanús, entre otros.
La campaña de vacunación, sin embargo, choca con un problema adicional: el clima de desconfianza alimentado en parte por discursos contradictorios desde el propio Gobierno. En marzo, durante una visita del secretario de Salud estadounidense Robert Kennedy Jr., conocido por su postura antivacunas, el ministro Lugones afirmó que el país no aceptará vacunas sin ensayos con placebo, lo cual generó ruido e interpretaciones erróneas. Más tarde, su equipo aclaró que se refería exclusivamente a las vacunas contra el Covid.
En las redes sociales cuestionaron al ministro de Salud nacional por la falta de políticas claras contra el sarampión
El contraste también se evidenció en las redes sociales. Mientras algunos usuarios apoyaron el llamado de Lugones, otros cuestionaron la campaña de vacunación y vincularon el pedido con una supuesta contradicción respecto al rechazo del Gobierno a organismos internacionales como la OMS. «¿No era ‘no a la OMS’? Pero la OPS es la oficina regional de la OMS, Mario. Pónganse de acuerdo», ironizó un usuario en X.
Pese a estos cruces, el ministro insistió en que «la vacuna contra el sarampión se utiliza desde hace 60 años, es segura y eficaz», y recordó que fue clave para que Argentina lograra eliminar la circulación endémica del virus. Con cuatro brotes en simultáneo y cientos de casos bajo sospecha, el riesgo de retroceder en esa conquista es real.

