No hay dudas de que Desayuno Americano, el ciclo conducido por Pamela David para América TV, es uno de los programas más destacados de la televisión argentina. No solo tienen toda la información de lo que sucede en el mundo del espectáculo, sino que además sorprenden con sus testimonios.
En esta oportunidad recibieron en el piso a José María Muscari, que se animó a abrir su corazón y hablar de su vínculo con su hijo adoptivo, Lucio. A poco del Día del Padre, desde Desayuno Americano le regalaron un video hecho por su hijo. “Feliz día viejo, te quería agradecer por todo. Hoy estábamos llegando tarde porque fuimos a comprar un regalito y me regalaste unas cositas, yo lo primero que hice fue darte un regalo”, comenzó.
“Te quiero agradecer por todo lo que hacés por mí, siempre estás aunque tengas laburo o tengas que hacer una nota. Siempre te escribo si me pasa algo, me retiras de la escuela cuando estoy enfermo. Te quería agradecer por todo lo que hacés por mí”, expresó Lucio. Entre lágrimas, José María Muscari respondió: “No puedo creer lo que acabo de ver porque Lucio es anti-cámara. Para subir una foto le tengo que pedir permiso porque no le gusta aparecer”.
“No acredito haberlo escuchado y expresar tan hermosamente. Los adolescentes en general no dicen lo que sienten, así que es muy movilizante escucharlo. Yo lo amo. Creo que tengo un hijo mágico, no me podría haber pasado algo mejor que el hijo que me toco. Es extraordinario como persona, sus sentimientos, su forma cotidiana de ser mi hijo y de completar el vínculo que vamos armando todos los días. Les agradezco de todo corazón porque no lo esperaba”, manifestó.
“Él me eligió a mí y yo a él. No me gusta romantizar la adopción porque creo que no colabora, pero no puedo no decir que la historia que me tocó con mi hijo es mágica. Me tocó un ser extraordinario. Hay cosas que no se actúan, lo acaban de ver. Es así todo el tiempo, nuestro vínculo es extraordinario. Fue muy fluido pero creo que tiene mucho que ver que Lucio eligió ser parte de mi familia y yo elegí que él forme parte de mi familia, no nos obligaron”, contó José María Muscari.
Movilizado, el director expresó: “Nos elegimos, sabemos que nos tenemos y ahora hay que ponerle trabajo como todo vínculo. De golpe cuando llega una persona que es un desconocido a tu vida tenés el miedo y la fantasía de cómo se arma un vínculo, hay que construirlo. No me dejé comandar mucho por el miedo, tenía más la certeza de que iba a funcionar. Cuando yo lo adopté Lucio tenía quince. Si yo vuelvo a ese buscar años atrás estaba lleno de prejuicios que no habitan mi cotidiano con él”.
“Te muestro al Lucio de hace dos años y el que está ahora conmigo y cambió un montón de cosas, se construye con amor y cotidianidad. Yo cambié un montón. Por ejemplo Lucio tiene una gran sensibilidad o percepción de todas las personas que viven en la calle. Él viene de Corrientes y allá no hay tanta gente viviendo en la calle, entonces nosotros estamos bastante insensibilizados al tema. Lucio hizo algo que yo nunca hice en mi vida, la comida que sobraba la bajaba al chico que está durmiendo en la calle. Él siempre dice ‘démoslo, total en casa tenemos para comer mañana’. Un hijo viene para enseñarte”, cerró emocionado.
