La reciente ratificación de la condena contra Cristina Kirchner por parte de la Corte Suprema encendió una nueva fase de tensión dentro del peronismo. Eduardo “Wado” de Pedro, senador nacional y referente de La Cámpora, aseguró que «la primera condición» para cualquier futuro gobierno será lograr la liberación de la exmandataria, sentenciada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua por corrupción en la causa Vialidad.
El dirigente kirchnerista, alineado con el ala más dura del cristinismo, confirmó que se está organizando una movilización desde el domicilio de la expresidenta en Monserrat hacia los tribunales de Comodoro Py. En paralelo, impulsa la campaña “Cristina libre”, buscando instalar la consigna en las calles y dentro de la estructura partidaria.
Lejos de una autocrítica por los hechos que desembocaron en la condena judicial, De Pedro apuntó nuevamente contra los “poderes concentrados”, la Justicia y el macrismo. Y en ese marco, dejó un mensaje directo a Axel Kicillof, actual gobernador bonaerense, al que le reclamó mayor “humildad” y dejar de lado proyectos personales con vistas a 2027.
“Cristina libre” como consigna
“Vamos a usar la palabra libertad al lado de la palabra Cristina”, declaró De Pedro en Radio 10, en una afirmación que busca apropiarse del concepto que llevó a Javier Milei al poder. La frase fue acompañada de una serie de definiciones políticas que evidencian una estrategia centrada en la victimización de la expresidenta y en la construcción de un nuevo eje discursivo para el peronismo.
Según el senador, el fallo representa un punto de inflexión que, lejos de debilitar al espacio, lo “reorganiza” con mayor fuerza. “Lo que han hecho es despertar esa fibra más sensible, que en el peronismo genera una épica”, dijo. Para De Pedro, esa “épica” sería la base de una campaña que abarcaría las elecciones de 2025 y 2027.
En sus palabras, la persecución judicial estaría orquestada por “grupos económicos concentrados, sectores de la prensa y el macrismo”, aunque evitó referirse a las pruebas y evidencias que respaldaron la sentencia judicial.
La advertencia a Axel Kicillof
De Pedro también apuntó contra la dirigencia interna del peronismo, particularmente el entorno de Kicillof, al que acusó de anteponer disputas personales en lugar de priorizar la unidad. “Confío en que Axel y los compañeros que lo rodean van a reflexionar”, declaró, en alusión a las tensiones surgidas por el espacio “Movimiento Derecho al Futuro”, con el que el gobernador proyecta su carrera nacional.
El mensaje fue claro: o se subordinan a la estrategia kirchnerista con Cristina en el centro, o quedarán expuestos como funcionales a una supuesta persecución. La figura de Kicillof, que intentó despegarse parcialmente del núcleo duro, vuelve a quedar en el foco de las disputas internas.
Reuniones, marchas y un operativo clamor
Durante los últimos días, la sede del Partido Justicialista en Matheu se convirtió en epicentro de reuniones con figuras como Máximo Kirchner, Sergio Massa, Juan Grabois y Pablo Moyano. Según trascendió, más de 250 intendentes del país ya firmaron un documento en repudio al fallo judicial, y se espera que la CGT y los gobernadores se reúnan en los próximos días para coordinar acciones conjuntas.
Sin embargo, las señales que deja esta estrategia son contradictorias: mientras el Gobierno nacional avanza con reformas profundas y mantiene niveles de respaldo, el kirchnerismo parece retroalimentarse con la épica de su derrota judicial. En lugar de un debate sobre errores de gestión o responsabilidad política, el mensaje de Wado de Pedro gira en torno a una consigna que busca instalar la idea de que la condena a Cristina es injusta y que su libertad debe ser un eje electoral.
Un movimiento sin autocrítica
En medio de un escenario económico complejo, con una inflación en descenso, recuperación de reservas y avances legislativos, las declaraciones del senador evidencian el desconcierto de una parte del peronismo frente a la pérdida de poder institucional.
El Gobierno de Milei, pese a la resistencia parlamentaria, ha logrado imponer una agenda de reformas que sacudió el tablero político. En contraste, el kirchnerismo se refugia en la figura de Kirchner como bandera, pero sin ofrecer una propuesta de futuro clara ni asumir su responsabilidad en los hechos que derivaron en la condena.
En ese contexto, la consigna “Cristina libre” parece más un intento de reanimar una identidad en crisis que una estrategia de recuperación del poder.
