El Hospital Soroka, el centro médico más grande del sur de Israel, fue bombardeado este jueves por Irán, en medio del séptimo día consecutivo de ataques cruzados. El hecho ocurrió mientras fuerzas israelíes llevaban adelante una ofensiva contra el reactor de agua pesada de Arak, uno de los puntos clave del programa nuclear iraní.
Según informaron medios locales, la explosión dejó al menos 15 personas heridas, tres de ellas en estado grave. El misil impactó en una de las alas del hospital, provocando daños estructurales y obligando a evacuar parte del edificio.
Israel denunció un crimen de guerra tras el ataque al Hospital Soroka
Un vocero del centro médico confirmó que hubo “daños extensos” en varias áreas. El ministro de Salud, Uriel Buso, calificó el hecho como “un acto de terrorismo que cruza una línea roja”.
“Es un crimen de guerra por parte del régimen iraní, que deliberadamente apunta a civiles inocentes y a equipos médicos dedicados a salvar vidas», declaró Buso ante medios israelíes. Según dijo, el Ministerio de Salud ya estaba al tanto de una posible amenaza y tomó medidas preventivas que evitaron un desastre mayor.
“Insto al público a seguir las instrucciones del Comando del Frente Interno. Eso salva vidas”, agregó el funcionario.
En tanto, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que el misil fue uno de los varios que impactaron durante la última ofensiva lanzada por Irán, y confirmaron que uno de ellos alcanzó de lleno el hospital más grande del sur de Israel.
Israel respondió con un ataque al reactor de Arak y sitios militares en Irán
Horas más tarde, 40 aviones de combate israelíes atacaron decenas de objetivos estratégicos en distintas zonas de Irán, incluida la capital, Teherán. Según las FDI, fueron utilizadas más de 100 municiones contra instalaciones vinculadas al desarrollo de armas nucleares.
Entre los blancos alcanzados estuvo la estructura que recubre el reactor de agua pesada de Arak, considerado fundamental en la producción de plutonio. “El ataque inutilizó el componente diseñado para fabricar plutonio con fines militares”, indicaron desde las fuerzas armadas.
Además, Israel bombardeó un sitio cercano a Natanz, donde se almacenaban piezas clave para el programa nuclear iraní. También fueron destruidos depósitos de misiles, fábricas de componentes balísticos, radares y baterías antiaéreas.
El conflicto escala día tras día. El impacto sobre el Hospital Soroka marca un nuevo nivel de tensión, al involucrar de forma directa a la población civil y a infraestructura médica. Para el gobierno de Israel, el ataque iraní representa una amenaza grave que “no puede quedar sin respuesta”.
