Nuevamente, este domingo Canal Trece volvió a poner al aire Almorzando con Juana, el programa que lleva adelante Juana Viale. Allí, delante de cada uno de los televidentes, volvió a entrevistar a los invitados de una mesa plagada de historias y testimonios.
Uno de los invitados fue Enzo Aguilar, quien contó cómo fue que llegó a Buenos Aires, teniendo en cuenta que él es oriundo de Tucumán. «Llegué en pandemia y me quedé agarrado acá. Yo estaba en mi pueblo, era muy fanático del arte, de la actuación… del teatro», comenzó diciendo.
«Vine porque quería conocer calle Corrientes y toda la magia. Trabajaba de mozo y todas las propinas me las guardaba. Yo estudiaba teatro. Llegué y a los sietes días, me había alquilado un hostel y tenía que volver a Tucumán a trabajar, apareció Alberto diciendo ‘quédense en su casa’. No se terminó nunca más», apuntó Enzo Aguilar.
Inmediatamente, decidió ir por más delante de Juana Viale. «Trabajé de lo que se te ocurra en un momento en donde el mundo no trabajaba. Me quedé en lo de unos familiares… Estaba sin plata, se terminó todo lo que tenía. Yo colaboraba con lo que podía, porque ellos no me pedían nada. En esa casa había adultos mayores, yo quería laburar y era esa época en la que decir covid era muerte», cometó.
«Salí a la vida a hacer de todo, desde cadete, aprendí a cortar el pelo, vendí ropa, trabajé en un hotel. Sobreviví. Fue difícil. Después me alquilé una pensión en Ramos Mejía, comencé a hacer videos en TikTok y uno se hizo viral… al otro día otro, al otro día otro. Sin querer empecé a trabajar en las redes. Una productora de Canal Trece me habló de El Hotel de los Famosos. Me llamaron y fui», expuso.
«Yo soñé toda mi vida de trabajar de lo que trabajo. Ahí me vio Beto, que es mi marido, mi papá, el hombre que más me ha durado en la vida. Me llamó para Bendita, que yo soy fan», aclaró Enzo Aguilar. Además, se encargó de contar cómo fue vivir su sexualidad en su provincia. «Es muy difícil en provincias conservadoras ser p*to, es muy hostil. Yo tengo una familia super amorosa, donde mis papás me dijeron que no había ningún problema. Pero después hay que ir al colegio… lo atravesé de manera espantosa, difícil», sentenció.