Una familia tipo necesitó en mayo $2.420.482 para cubrir sus gastos básicos en la Ciudad de Buenos Aires, según el relevamiento mensual del Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (CESyAC). Eso representa $80.682 diarios y un aumento del 2,68% en comparación con abril.
Del total estimado, $680.598 fueron para productos de consumo masivo, mientras que $1.739.884 se destinaron a servicios para el hogar. La canasta incluye rubros como alquiler, mantenimiento del vehículo, medicina prepaga, educación privada y cuotas de clubes.
Aumentaron los servicios y el transporte público
Entre los rubros con mayores incrementos se ubicaron el transporte: el subte subió 5,75% y el colectivo, 5,73%. También hubo alzas en telefonía móvil (4,5%), colegios privados (3,7%), electricidad (3,5%), medicina prepaga y gas (ambos con subas del 2,5%).
En alimentos, las carnes registraron un aumento del 1,54%, mientras que los productos de limpieza subieron un 1,87%. A diferencia del resto, el costo de los combustibles bajó: la nafta retrocedió un 4% y el gasoil, un 2,8%.
El informe también destacó que, en términos interanuales, los gastos totales de la familia aumentaron un 78,97% entre junio de 2024 y mayo de 2025, lo que refleja una presión inflacionaria aún persistente pese a la desaceleración mensual.
Los salarios siguen rezagados frente a la inflación
Aunque el Índice de Precios al Consumidor marcó en mayo un incremento de apenas 1,5% —el más bajo en cinco años—, los salarios de la familia siguen por debajo. Según la Fundación Capital, “con las autoridades reforzando el ancla salarial en búsqueda de la desinflación, resulta difícil prever una recuperación real de los ingresos en la segunda mitad del año”.
Entre enero y abril, los sueldos del sector privado registrado cayeron 1,9% en términos reales. Si bien varias paritarias se reabrieron tras el fin del crawling peg, las mejoras acordadas no alcanzan para empatar a la inflación núcleo, que se mantiene cercana al 3% mensual.
“En el mejor de los casos, los ingresos de los trabajadores empardarían la dinámica inflacionaria en la segunda mitad del año”, explicaron desde la Fundación. De esta manera, el salario real de 2025 se mantendría en niveles similares a los de fines del año pasado.
La pérdida del poder adquisitivo de la familia ya se reflejó en abril con una baja del 0,4%, y acumuló un retroceso del 1,9% en el primer cuatrimestre. Así, se interrumpió el leve repunte observado desde abril de 2024 y los trabajadores aún no logran recuperar terreno frente a la suba sostenida del costo de vida, pese a la política económica impulsada por Javier Milei.
