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ESPECTÁCULO

«Lo dice la ley»: Con sed de revancha, Lizy Tagliani exigió que Viviana Canosa se retracte públicamente

Lizy Tagliani afirmó que no se tomaría un café con Viviana.

Lizy Tagliani
Ambas se verán las caras en la Justicia.

Desde hace algunos meses, Lizy Tagliani mantiene un feroz enfrentamiento judicial con Viviana Canosa, luego de que esta hiciera una mega-denuncia contra varias figuras del espectáculo. En este sentido, la conductora habló con un móvil y exigió que Canosa se retracte en sus acusaciones. Rápidamente, adelantó que irá hasta las ultimas consecuencias para reparar su honor.

A través de un móvil con «Desayuno Americano», Lizy Tagliani aseguró que su máximo deseo es el pedido de disculpas de Canosa. En este aspecto, expresó: «No lo tomé de ninguna manera, sigo en la misma, seguimos con el proceso judicial. En donde está instalada la declaración de Viviana, que está en secreto de sumario. Y, por otro lado, la querella que hago yo a ella y a Lucas Bertero, tratando de conseguir las disculpas y la retractación que me merezco».

Posteriormente, Lizy Tagliani destacó que la ley exige una retractación en este tipo de situaciones. Además, manifestó: «Estoy segura de que nada de todo lo que dijeron es verdad y para mí lo más importante es retractarse y pedir perdón. Es lo único que me importa. Esto tiene que terminar y la única forma que veo posible es con la retractación. No lo quiero yo, lo dice el código, es una necesidad personal, pero también lo dice la ley».

Por otro lado, Lizy Tagliani aseguró que no sintió satisfacción por la cancelación del ciclo de Viviana Canosa en Canal Trece. Puntualmente, declaró: «Prefiero dejarlo para lo privado, pero no me gusta que la gente se quede sin trabajo. No forma parte de una disculpa o de una sanación sobre lo que me pasó a mí. Que la gente se quede sin trabajo, eso va por otro carril y no me gusta».

Finalmente, Lizy Tagliani negó la posibilidad de tomarse un café con Canosa. Por último, agregó: «Un café no sé, me parece que hay vínculos que se rompen y no hay disculpas que valgan en lo personal, pero públicamente sí. Las necesito y las quiero porque me parece que es una obligación ética y moral. Tienen que saber que me afectó, que el daño es casi irreparable y que retractarse es una gran forma de hacerme un bien y hacerse bien a uno mismo».