Muchas de las cuestiones de nuestra vida cotidiana tienen una amplia base tecnológica detrás, sin que nos demos cuenta y podamos aprovecharlo. Las imágenes generadas por satélites son una de ellas, y por eso se vuelve clave poder utilizar este insumo de una manera óptima. Por eso a la hora de hablar de la teledetección y los satélites, una de las alternativas más consagradas es la de Sentinel.
Estos satélites de la misión Copernicus de la de la Agencia Espacial Europea (ESA) vienen desde 2014 acercando su granito de arena para ayudar a la investigación científica de nuestro planeta. El seguimiento del cambio climático, la investigación oceánica, la gestión de catástrofes naturales o el desarrollo agrícola son algunos de los momentos donde más frecuente es que se usen los datos de estos satélites.
Pero para poder valerse de la mejor manera de estos datos, es necesario saber interpretar lo que se ve, saber cómo analizar los datos y hallar una plataforma para descargar imágenes de Sentinel si se quiere exportar dichos datos o realizar otros análisis usando diferentes programas. Por eso, vamos a analizar en detalle algunos casos.
Cómo se hace el seguimiento de la evolución del cambio climático con datos del Sentinel
El cambio climático se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de la sociedad moderna. Pese a que hay información de algunas de sus causas y efectos, el conocimiento sobre este fenómeno se halla todavía lejos de una total comprensión. Una de las claves es poder disponer de información constante y para esa alternativa, nada mejor que los satélites.
El atractivo por el uso de los satélites Sentinel se explica por su capacidad para ofrecer una cobertura global. Esto significa obtener información de la superficie terrestre de los continentes, las zonas costeras, las islas y los polos. Como los satélites se guían una órbita sincrónica con el sol, las condiciones de iluminación son regulares al moverse a la misma hora local durante su revisita.
En cuanto al cambio climático, cada misión posee una utilidad específica. Así, al tiempo que Sentinel-1 ayuda en las labores de medición del hielo y la nieve en los polos debido a su tecnología de radar, Sentinel-3 es fundamental para detectar cambios en la temperatura, no solo en la naturaleza, también en núcleos urbanos para detectar las denominadas “islas de calor”. La última misión, Sentinel-6, cuyo segundo satélite será lanzado en 2025, tiene posibilidad de medir el nivel y temperatura del océano.
Producto de las misiones Sentinel, los investigadores pueden estudiar los patrones climáticos a largo plazo y detectar posibles tendencias futuras.
Una mejor respuesta a las catástrofes de la naturaleza
Las catástrofes naturales resultan más imprevisibles que nunca, y aunque en pocos momentos pueden esquivarse, los esfuerzos por mitigar su impacto destructivo han obtenido una gran importancia en los últimos tiempos. A los datos meteorológicos se suma la información proporcionada por Sentinel-1 con sus imágenes de radar que funcionan sobretodo en condiciones climáticas adversas, como huracanes o incendios forestales. Sentinel-2, debido al impulso de la captura de datos en múltiples bandas espectrales, permite un análisis certero en eventos como inundaciones o corrimientos de tierra.
El acceso posterior a estos datos da la posibilidad a los equipos de emergencia de que se coordinen adecuadamente y evaluar de qué manera hacer llegar la ayuda a las zonas afectadas sin poner en peligro sus vidas.
Una revolución en las prácticas agrícolas
Por más llamativo que se presente, la agricultura tradicional resulta una de las actividades humanas con mayores emisiones de gases de efecto invernadero. A la vez, es uno de los sectores más afectados por el cambio climático y la inestabilidad de las temperaturas, la lluvia, etc. Para poder afrontar ambos problemas al mismo tiempo, la agricultura ha ido evolucionando hasta transformarse en la llamada agricultura digital o agricultura 4.0.
La agricultura de precisión resulta el máximo exponente de esta transformación y se posiciona en el uso de tecnología para maximizar la producción y optimizar el uso de insumos. Dentro de la tecnología utilizada, las imágenes de satélite son una de las más útiles y extendidas, ya que están en condiciones de proporcionar información sobre la salud de los cultivos o la humedad del suelo sin encontrarse físicamente presente en el campo.
Poder valerse de los datos de Sentinel-2 y otras fuentes en una app o software especializado ayuda a mejorar la gestión agrícola y adoptar prácticas agrícolas sostenibles.
Procesamiento de imágenes Sentinel
No debe extrañar que, al obtener datos satelitales, éstos se encuentren sin procesar. Para obtener información de ellos, es menester aplicar diferentes funciones y/o herramientas con las que revelar aquello que se encuentra oculto o no es posible interpretar de forma lógica. Debido a que la mayoría de usuarios no cuentan con el conocimiento ni el tiempo necesario para realizar esta labor de forma manual, la mejor opción para ellos es usar un software especializado que permite realizar esta tarea en pocos clics, como EOSDA LandViewer.
El camino a seguir es muy sencillo:
- En primera instancia, se buscan las imágenes de satélite. Usar filtros ayuda a que el camino a seguir sea más rápido y efectivo, descartando las imágenes que no cumplen los requisitos.
- Si en el paso anterior no se puede lograr, se preprocesa la imagen ajustando datos como la corrección atmosférica o el ángulo de elevación.
- Los datos se visualizan y analizan a través de la plataforma.
- Si se opta por utilizar esos datos ya analizados en documentos oficiales o realizar análisis adicionales en otro software, la alternativa de descargar las imágenes de Sentinel simplifica la exportación.
Las imágenes de los satélites Sentinel se han transformado en una de las herramientas más poderosas en la actualidad para la observación de la Tierra. Mientras que las nuevas misiones mejoren la calidad y cantidad de los datos obtenidos, sumado a los avances en inteligencia artificial y aprendizaje automático, la posibilidad de nuevos descubrimientos científicos se incrementará y las aplicaciones potenciales de estos datos resultarán prácticamente ilimitadas, de acuerdo a lo expresado por el Prof. Dr. Petro Kogut.