Impactante fue lo que se dio a conocer en Lape Club Social, el ciclo conducido por Sergio Lapegüe para América TV. Además de tener toda la información de lo que sucede en la actualidad argentina, sorprenden semana a semana con todas las primicias de la farándula.
En esta oportunidad fue el propio Sergio Lapegüe quien impactó con un fuerte relato. Todo se dio luego de un debate sobre la serie de Carlos Saul Menem. Si bien dijeron que Virginia Gallardo actúa de personificación de todas las vedettes que salieron con el expresidente, para Marina Calabró es claro que interpreta a Yuyito González.
Entonces, Sergio Lapegüe recordó: «Voy a contar una infidencia que nunca conté. Yo era productor de un programa de televisión, ¿no? Estoy contando cada cosa. Pasa que Menem era muy importante en la República, eh, hacía dos o años que estaba. Le estaba yendo bien, entonces venían los programas y era muy seductor».
«El programa lo conducía una persona muy famosa, muy superfamosa, un conductor tremendamente famoso. Y él saluda a todos, ¿viste? A todos, a todos, a todos. En un momento se acerca el conductor famoso y le dice, ‘¿Me trajiste lo que te pedí?’. Y el conductor famoso le dice, ‘Ya está'», continuó con el relato el conductor de Lape Club Social.
«Y había voluptuosas rubias. Sí, rubias. Cuando el señor presidente se va en el auto, ellas en otro auto atrás. Como una caravana», siguió Sergio Lapegüe, todavía asqueado por dicha demostración. Marina Calabró también se mostró impactada, y repitió luego del conductor: «¿Como una caravana? Dios mío».
«Y yo, imagínate, era un niño en ese momento con los ojos así saltones», señaló Sergio Lapegüe. «Si te impactó en ese momento, imagínate hoy», apuntó en tanto Marina Calabró. Hoy es absolutamente cancelable porque es la cosificación más clara y cabal», manifestó la periodista.
Fue entonces que Marina Calabró le preguntó: ¿El conductor famoso oficiaba de facilitador?». «No sé», alcanzó a responder Sergio Lapegüe. «Opa. No te voy a pedir…», replicó la periodista, a lo que el conductor le pidió: «No me pidas más nada». «Vamos a poner un manto de paz. Ya no está más. Ya no. Ninguno de los dos están más. Yo empecé a transpirar transpirando», cerró.
