Mirtha Legrand regresó a la pantalla chica para encabezar «La Noche de Mirtha», su programa de entrevistas en el que habla con integrantes de la farándula nacional y de la política argentina. Una vez más, la popular conductora dejó en evidencia por qué es una de las figuras más preponderantes de El Trece.
La conductora recibió a varios invitados especiales, como fue el caso de Karina Jelinek, quien se sinceró frente a la diva. Todo comenzó cuando la rubia planteó: «Se que te cuesta venir a la televisión, gracias por venir».
Inmediatamente, la modelo tomó la palabra y expresó su admiración por Mirtha Legrand y su contenido televisivo. «Nunca te voy a decir que no, hace doce años que vengo, lo guardo en mi registro mental», admitió Karina Jelinek, fiel a su estilo directo. «Ella se hace rogar», sentenció la «Chiqui»
El estilo único de la diva
Mirtha Legrand, la diva indiscutida de la televisión argentina, sigue demostrando por qué su programa «La Noche de Mirtha» se mantiene vigente tras más de cinco décadas al aire. Con su estilo único, combina elegancia, picardía y una capacidad asombrosa para sacar declaraciones que luego resuenan en los medios.
La dinámica que propone Mirtha en su mesa no es casual. Cada programa es una mezcla medida de actualidad, espectáculo y política. Pero lo más característico es su manera de conducir las conversaciones: atenta, incisiva y con un timing televisivo que pocos logran mantener.
Legrand no duda en hacer preguntas directas, muchas veces inesperadas, que incomodan pero también despiertan respuestas sinceras. Sin importar si el invitado es un político, un actor o una figura del deporte, la conductora logra que todos se sientan parte del diálogo sin dejar de marcar su impronta.
Además, el clima de su mesa suele alternar entre la solemnidad y la calidez, generando un espacio donde se puede hablar tanto de temas profundos como de anécdotas personales. El respeto, la inteligencia y la curiosidad que transmite Mirtha Legrand hacen que los invitados se preparen especialmente para estar a su lado.
Con casi 100 años de vida, la «Chiqui» sigue siendo sinónimo de televisión, conversación y vigencia. Y cada sábado, con su tradicional “¿Almorzamos?” convertido en cena, confirma que su estilo no solo resiste el paso del tiempo, sino que lo redefine.
