Con la mirada puesta en el cierre de listas para las elecciones del 7 de septiembre, el peronismo en la provincia de Buenos Aires intenta avanzar con un proyecto que busca permitir las reelecciones indefinidas de legisladores, concejales e intendentes. La iniciativa ya fue aprobada por el Senado bonaerense, pero ahora se encuentra empantanada en la Cámara de Diputados, donde el oficialismo no consigue reunir el quorum necesario.
La idea es permitir que los actuales diputados y senadores provinciales, incluso aquellos que ya completaron dos mandatos consecutivos, puedan volver a postularse. La jugada, que se presenta como un “alineamiento con las reglas del Congreso nacional”, es en realidad una maniobra para asegurar la permanencia de figuras clave en el poder legislativo del PJ y sus aliados.
Frenos inesperados y grietas dentro del peronismo
En el Senado, la votación fue ajustada: terminó 22 a 22 y fue la vicegobernadora Verónica Magario quien desempató con su voto afirmativo. Sin embargo, la Cámara baja presenta un escenario más complejo. Aunque se esperaba una votación espejo, un bloque clave que suele acompañar al oficialismo, Unión Renovación y Fe, se pronunció en contra.
La bancada, cercana a La Libertad Avanza pero con histórico diálogo con el Ejecutivo, cuestionó duramente el intento de modificar las reglas del juego a pocas semanas de las elecciones. En un comunicado, advirtieron que el proyecto “erosiona la confianza ciudadana en las instituciones” y denunciaron un “grave precedente institucional”.
Las cuentas no cierran y crecen las presiones
Para avanzar con la ley, el oficialismo necesita 47 diputados para lograr el quorum y luego dos tercios de los presentes para la aprobación definitiva. Hoy, ese número parece lejano. Si bien Unión por la Patria cuenta con 36 legisladores dispuestos a bajar al recinto, necesita once más, algo que por ahora parece difícil.
A la negativa de Unión Renovación y Fe se suma el rechazo del massismo, parte del propio bloque oficialista, y de sectores de izquierda como Patria Grande. La diputada Lucía Klug (UP) y el senador Federico Faggioli ya mostraron su rechazo. Tampoco acompañarían los bloques opositores tradicionales: PRO, Coalición Cívica, UCR y La Libertad Avanza, todos en contra de la reelección indefinida.
La estrategia: forzar el debate antes del cierre de listas
El objetivo del kirchnerismo es claro: aprobar la norma antes del 19 de julio, fecha límite para la presentación de candidatos. Solo así podrán habilitarse las reelecciones de aquellos legisladores que, en el marco actual, quedarían excluidos por límite de mandatos. De lograrlo, se abriría la puerta para que varios referentes del PJ bonaerense sigan en carrera.
El proyecto requiere, además, que se celebre una sesión previa a la votación para dar entrada formal a la iniciativa aprobada por el Senado. Por lo tanto, incluso si el peronismo consiguiera los votos, la cronología parlamentaria obliga a acelerar los tiempos. De concretarse, el gobernador Axel Kicillof debería promulgar la ley de forma inmediata para garantizar su aplicación este año.
Máximo Kirchner al frente de la jugada y una resistencia transversal
La operación política es encabezada por Máximo Kirchner, quien junto a un grupo de intendentes del conurbano busca blindar sus estructuras en la Legislatura. Pero la resistencia no viene solo de la oposición, sino también de sectores del propio oficialismo que advierten los riesgos institucionales de cambiar las reglas electorales a días del cierre de listas.
El antecedente de 2016, cuando se impuso el límite de mandatos como un gesto de transparencia política, quedó enterrado por una dirigencia que prioriza su supervivencia. Hoy, la disputa en la Legislatura bonaerense revela el nerviosismo del peronismo frente a un escenario electoral adverso, donde conservar bancas se volvió más importante que respetar las reglas.