La CAME manifestó su preocupación por el estancamiento del consumo en el país. A pesar de los descuentos agresivos y los planes de pago en cuotas, las ventas de mayo mostraron una nueva caída respecto al mismo mes de 2023, cuando ya se había registrado una baja superior al 7%. “Es una caída sobre otra caída”, expresó Salvador Femenia, secretario de prensa de la entidad.
Durante una entrevista radial, Femenia explicó que muchos comerciantes apelan a fuertes promociones para sostener la actividad. En algunos casos, se ofrecen rebajas del 50% incluso en productos de temporada, junto con financiación de hasta 12 cuotas. Sin embargo, esta estrategia no alcanza para revertir la situación.
Los costos suben y la rentabilidad cae
“La rentabilidad es muy reducida”, afirmó Femenia. Explicó que a los comerciantes les resulta cada vez más difícil cubrir los costos fijos, los cuales aumentaron tras las actualizaciones de tarifas. A esto se suma que la carga impositiva no se redujo, a pesar de las promesas oficiales.
“Tenemos los mismos impuestos, pero márgenes mucho más chicos. Cada vez cuesta más amortizar gastos. Y eso genera un efecto directo sobre el precio final”, detalló el vocero de la CAME.
Además del encarecimiento de los costos, Femenia remarcó que la demanda está condicionada por el bolsillo de los consumidores. “Hoy el 50% de la población no llega a fin de mes. No alcanza con ofrecer cuotas o rebajas si no hay plata en el bolsillo”, sostuvo.
Críticas al Gobierno por la presión impositiva
En ese sentido, advirtió que el panorama actual no se resolverá solo con políticas de promoción al consumo. “Si no se reactiva la economía real y no se mejora el ingreso disponible de las familias, no hay rebote posible”, alertó.
Femenia también cuestionó al Gobierno nacional por no cumplir con la promesa de aliviar la carga tributaria. “Desde que asumió Javier Milei no se bajaron impuestos. Al contrario, se sumó el de Ganancias. El propio presidente había dicho que se cortaría un brazo si creaba un nuevo impuesto, pero lo hizo igual”, afirmó.
Para la CAME, esta presión impositiva encarece el precio final de los productos y profundiza la caída del consumo. Por eso, insisten en la necesidad de una reforma tributaria urgente que permita recomponer el margen de maniobra para los comerciantes y generar condiciones para una recuperación genuina.