La noticia que conmueve e impacta al país por estas horas, tiene que ver con la muerte de una familia casi en su totalidad, a raíz de una intoxicación por monóxido de carbono. Fue en Mujeres Argentinas, el programa que lleva adelante Belén Ludueña a través de la pantalla de El Trece donde hablaron de los detalles de esta tragedia.
«En Villa Devoto cinco personas lamentablemente murieron como consecuencia de una intoxicación por monóxido de carbono. Sobrevivió un bebé de un año y medio que fue trasladado al hospital», expuso la conductora. Minutos más tarde, dialogó con el doctor Guillermo Capuya. «Doctor, se habla de que este es el asesino silencioso, es una muerte evitable. ¿Cómo se produce una muerte por intoxicación por monóxido de carbono, doc?”, indagó.
“Es una tragedia, una desgracia, lo que no es un accidente. Todas las muertes por monóxido de carbono, ya sea en Argentina o en el mundo, son todas, absolutamente todas, evitables. A veces la diferencia la hace un aparatito (un detector de monóxido) de estos colocado en la casa, un aparatito que estuve viendo puede llegar a costar 7 mil pesos, 8 mil pesos, que detecta la presencia de monóxido de carbono. Es un gas altamente tóxico, invisible, asesino, que no tiene olor, quiero decir esto, que no tiene olor, no se huele. Lo que se huele a veces es el gas, el gas natural, que está odorizado con un producto para que justamente uno sienta la presencia de ese gas”, afirmó el médico.
«El monóxido se produce por la combustión incompleta de todos los productos que tienen carbono. Y si te digo todos los que tienen carbono, es madera, carbón, leña, plástico, todos los productos tienen carbono. Cuando esa combustión es incompleta, empieza a generar monóxido de carbono que tiene una preferencia muy interesante, 200 a 300 veces más preferencia tiene el transporte de la hemoglobina. Lo primero, cuando falta oxígeno lo primero que se daña que es el cerebro entonces la persona primero que siente es dolor de cabeza es el primer síntoma, confusión y mareo”, explicó.
Delante de Belén Ludueña, Guillermo Capuya fue por más. «Este aparatito que yo traje detecta las partículas por millón. Tiene una alarma, ya la voy a hacer sonar ahora para que tengan idea de cómo suena esta alarma y tiene una luz roja que advierte la presencia de este gas que lo detecta. Se coloca a una altura, que es la altura de la nariz, que es la altura donde uno respira. Si uno coloca un detector de humo, tiene que estar arriba de todo, porque el humo es más liviano que el aire, entonces llega hasta arriba de todo. Y a veces hay detectores duales que detectan, no solamente monóxidos, sino también detectan gas natural. Se aconseja que por lo menos haya uno por piso», aclaró.
«Las personas que tienen calefacción de tipo eléctrica no genera monóxido de carbono, pero todo producto, como puede ser un brasero, y esto quiero decir que atraviesa todas las clases sociales. Yo les pregunto a ustedes, a vos también te pregunto, Belén y a la gente que está mirando. ¿Quién de nosotros hace revisar una vez por año los artefactos de la casa? Nadie. Caldera, tiro balanceado, nadie”. sentenció Capuya.