Maria Sharapova, una de las grandes figuras del tenis femenino, dejó una marca imborrable en el circuito antes de su retiro en febrero de 2020, justo antes del inicio de la pandemia. Con 51 títulos individuales, incluidos cinco Grand Slams, la rusa se convirtió en una voz autorizada para hablar del deporte que la vio brillar durante casi dos décadas.
A lo largo de su carrera, Sharapova se enfrentó a las mejores del mundo y supo competir al más alto nivel, incluso contra leyendas como Serena Williams. No solo logró ser número uno del ranking WTA, sino que también completó el Grand Slam con al menos un título en cada uno de los torneos más importantes.
La elección que dejó a todos sin palabras
En 2018, cuando la discusión sobre el mejor tenista de la historia estaba al rojo vivo, Sharapova decidió sumarse al debate y eligió a su favorito entre Roger Federer, Novak Djokovic y Rafael Nadal. La rusa no dudó: “Tuve dos minutos en la cancha con el GOAT, estaba muy nerviosa”, escribió en Twitter, haciendo alusión a Nadal como el “Greatest of All Time”.
El mensaje causó impacto no solo por el contenido, sino por el momento: en ese año, Federer, Nadal y Djokovic dominaban el circuito y se habían repartido los cuatro Grand Slams. La declaración de Maria rompió con la tendencia y encendió el debate.
Una rivalidad eterna que sigue generando discusión
En ese 2018, Federer ganó el Abierto de Australia, Nadal se consagró en Roland Garros, y Djokovic se llevó tanto Wimbledon como el US Open. Era un momento de equilibrio absoluto entre los tres colosos del tenis mundial, que compartían protagonismo en lo más alto del deporte.
Con el paso del tiempo, sin embargo, las estadísticas comenzaron a inclinar la balanza. Mientras Federer no volvió a conquistar un Major y Nadal sumó cinco más, Djokovic se despegó, alcanzando una cifra histórica: 10 Grand Slams más desde entonces, convirtiéndose en el más ganador de todos los tiempos en ese rubro.
¿Sigue pensando igual Sharapova?
La declaración de Sharapova quedó marcada como una de las más contundentes de aquel año, pero con el dominio posterior de Djokovic y la despedida de Federer, muchos se preguntan si la rusa mantendría su elección o si la evolución del serbio la haría reconsiderar.
Por ahora, su opinión sigue vigente como testimonio de una época donde elegir entre tres leyendas no era una cuestión de números, sino de admiración personal.
