Un grupo de diputados bonaerenses presentó un proyecto que busca bloquear cambios en la legislación electoral en las semanas previas a las elecciones en Buenos Aires. La iniciativa establece que cualquier reforma en el sistema de votación debe aplicarse recién 180 días después de ser sancionada, para garantizar estabilidad institucional y evitar ventajas partidarias.
El texto fue impulsado por el presidente del bloque Unión, Renovación y Fe, Gustavo Cuervo, junto a los legisladores Fabián Luayza, Viviana Romano y Martín Rozas. Todos apuntaron contra iniciativas que intentan modificar reglas clave en plena campaña electoral.
Buscan estabilidad en la legislación electoral bonaerense
El proyecto establece que ningún cambio en el régimen de votación, la distribución de bancas o el financiamiento electoral podrá aplicarse de inmediato. El objetivo es que las reglas sean claras y no se toquen cerca de una elección.
“La práctica democrática exige que, en año electoral, no se cambien las normas. Es una regla no escrita pero esencial para cuidar la transparencia”, señalaron.
También advirtieron que este tipo de cambios en la legislación electoral solo generan desconfianza. “Modificar las reglas del juego a último momento es una señal preocupante sobre cómo se entiende el poder”, agregaron.
Rechazan reformas por conveniencia en plena campaña
Los legisladores recordaron que en lo que va del año hubo intentos de reformas impulsadas por sectores del oficialismo. Según afirman, esas propuestas responden a “intereses coyunturales”, y no a una mejora del sistema.
El documento también advierte sobre los efectos de las reformas nacionales recientes, que ya alteraron el escenario político. “En ese contexto, se necesita previsibilidad, no más incertidumbre”, explicaron.
En paralelo, los diputados del bloque libertario “dialoguista” expresaron su “firme y categórico rechazo” al tratamiento del proyecto sobre reelecciones indefinidas, que ya cuenta con media sanción en el Senado bonaerense.
Por el momento, esa iniciativa sigue trabada en la Cámara de Diputados. La tensión se da en un contexto marcado por el avance de Javier Milei y la necesidad de preservar las reglas democráticas.
