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Arabia Saudita amenazó una a la FIFA y pone en jaque al Mundial: «no vamos a permitir…»

El mensaje fue claro y preciso.

Mundial 2026
Fuent: FIFA

Aunque todavía faltan varios años para el Mundial de 2034, ya comenzó un conflicto que podría marcar el tono del torneo. Arabia Saudita, país anfitrión del evento, dejó en claro que no modificará sus leyes sobre el consumo de alcohol, lo que generó un inmediato choque de intereses con la FIFA y con varios de sus patrocinadores históricos. La tensión recuerda a lo ocurrido en Qatar 2022, pero esta vez las restricciones podrían ser aún más severas.

La declaración oficial fue realizada por Khalid bin Bandar Al Saud, embajador saudí en el Reino Unido, quien fue tajante en su postura: “De momento, no permitimos alcohol. Se puede disfrutar sin él, no es 100% necesario. Si quieres beber, puedes hacerlo cuando te vas”. La frase no solo confirma la línea dura del gobierno, sino que deja entrever una cero tolerancia ante presiones externas.

FIFA en alerta: se tensan los vínculos con los patrocinadores

La política saudita complica el escenario para la FIFA, que mantiene contratos millonarios con marcas de bebidas alcohólicas, en especial cerveceras, que tienen presencia asegurada en cada edición del Mundial. En Qatar, el consumo fue limitado a zonas específicas como los Fan Zones, pero en 2034 podría no permitirse en ningún ámbito del torneo.

Desde Riad, las autoridades insistieron en que el evento se adaptará a su cultura y no al revés. “No queremos cambiar nuestra cultura por los demás”, reiteraron en declaraciones públicas. El mensaje fue claro: la tradición local no se negocia, ni siquiera tratándose del evento más visto del planeta. Esto coloca a la FIFA en una situación delicada, donde deberá buscar un equilibrio entre respeto cultural y sostenibilidad económica.

Otro frente abierto: polémicas también rumbo al Mundial 2026

Mientras el Mundial saudita ya genera controversias, la FIFA también enfrenta complicaciones en el proceso clasificatorio rumbo a 2026, que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá. En los últimos días, Congo y Pakistán fueron eliminados del proceso por sanciones disciplinarias, lo que generó ruido en sus respectivas federaciones.

Además, Rusia continúa marginada de las competencias internacionales por su conflicto bélico con Ucrania, decisión que impacta directamente en las eliminatorias de Asia y Europa. De este modo, el camino hacia el próximo Mundial ya muestra grietas institucionales, mientras que el de 2034 amenaza con convertirse en uno de los más desafiantes en la historia moderna del fútbol.

Una Copa sin alcohol y sin concesiones

La posibilidad de que el Mundial 2034 se juegue sin alcohol representa un giro importante en la historia de los torneos organizados por la FIFA. Más allá del impacto cultural para los aficionados, los contratos publicitarios podrían verse profundamente alterados si no se llega a una solución.

El tiempo corre, pero Arabia Saudita ya marcó la cancha: sus leyes no cambiarán por el fútbol. Resta ver cómo reaccionará la FIFA y si estará dispuesta a sacrificar parte de su modelo económico para mantener la sede o si buscará imponer condiciones que, por ahora, parecen imposibles de aceptar.