En el Día de la Independencia, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, publicó un mensaje con fuerte contenido político que contrasta con el discurso del presidente Javier Milei. «La verdadera independencia se construye defendiendo la soberanía, los recursos, el trabajo, la educación y la producción nacional», afirmó el mandatario bonaerense y luego agregó: «Es sinónimo de libertad pero también de justicia social, porque todos tienen derecho a un futuro mejor».
El mensaje, difundido a través de sus redes sociales, funcionó como una respuesta directa a las recientes declaraciones de Milei, quien en un acto en una iglesia evangélica en Chaco calificó a la justicia social como una «aberración» y habló de una «sociedad de envidiosos». En contraste, Kicillof defendió ese concepto como parte esencial del ideario nacional: «Éste es el modelo que nos representa y por el que vamos a seguir luchando desde nuestra provincia».
Lejos de los actos protocolares conjuntos, el feriado del 9 de Julio volvió a evidenciar la distancia entre la Casa Rosada y la gobernación bonaerense. Mientras el presidente elige escenarios religiosos para reforzar su alianza con sectores evangélicos, Kicillof pone el foco en el rol del Estado y en las banderas históricas del peronismo. «Defender la Patria es trabajar todos los días para que las y los bonaerenses tengan una vida mejor», sostuvo el gobernador en su comunicado oficial.
«Con más educación, más salud y más soberanía se construye la independencia y el futuro”, señalaron desde la gestión provincial, en una clara oposición al modelo libertario que impulsa ajustes presupuestarios en esas áreas.
Kicillof busca ser el líder de la oposición
En la interna del peronismo, el discurso de Kicillof lo posiciona como la voz más activa y articulada frente al avance de las políticas del Gobierno nacional. En este contexto, su defensa de la justicia social no es sólo una réplica a Milei, sino también una señal hacia el electorado opositor que busca referencias claras en un panorama de fragmentación política.
El exministro de Economía nacional vuelve a presentarse así como el principal opositor del modelo de Milei, no sólo en términos económicos sino en el plano simbólico e ideológico. Mientras el presidente promueve la apertura irrestricta de mercados, la reducción del Estado y la desregulación, el gobernador reafirma la importancia de «defender la soberanía» como condición de la libertad y motor del desarrollo nacional.