Julián Álvarez y Shohei Ohtani simbolizan el presente y futuro de sus respectivas disciplinas deportivas. El argentino brilla en el Atlético de Madrid, mientras que el japonés es el fenómeno más completo del béisbol actual. Ambos son campeones mundiales en sus ámbitos profesionales y poseen contratos con clubes de élite.
No obstante, cuando se comparan sus ingresos, la diferencia es contundente y la balanza llega a inclinarse a un costado.
Julián Álvarez y su semblanza en el Atlético de Madrid
Tras su exitosa etapa en el Manchester City, donde lo ganó absolutamente todo, Julián Álvarez se incorporó al Atlético de Madrid para seguir impulsando su crecimiento. A los 24 años, ya sabe lo que es ganar una Copa del Mundo con Argentina y se ganó un lugar entre los delanteros más temidos de Europa.
Sin embargo, su sueldo en el club colchonero oscila entre los 7 millones de dólares al año, un monto considerable, pero que no lo sitúa entre los futbolistas con mejor remuneración a nivel mundial. Aparte de su salario, el argentino también obtiene ganancias por patrocinios, aunque su imagen en los medios todavía está en crecimiento frente a otras superestrellas a nivel mundial.
Shohei Ohtani y un contrato sin precedentes
En diciembre de 2023, Shohei Ohtani firmó un contrato récord de 700 millones de dólares por 10 años con Los Angeles Dodgers, convirtiéndose en uno de los deportistas mejor pagados del mundo, de acuerdo con Forbes. Aunque el pacto incluye pagos a plazo, implica un promedio de 70 millones de dólares por temporada, superando el triple de lo que ganan la mayoría de las estrellas del fútbol mundial.
Con 30 años, Ohtani deslumbra tanto como bateador como lanzador, algo único que no se veía en las Grandes Ligas desde Babe Ruth. Además de sus ganancias en el diamante, posee contratos de publicidad de millones de dólares con marcas como New Balance, Seiko, entre otras.
La brecha entre dos estrellas globales
Mientras Julián Álvarez continúa moldeando su trayectoria en el fútbol europeo, Shohei Ohtani ya dejó plasmada su huella como una figura única en la historia del deporte.
A pesar de que ambos representan la élite en sus respectivas disciplinas, la disparidad en los ingresos deja en evidencia cómo ciertos deportes, como el béisbol de las Grandes Ligas, pueden proporcionar acuerdos que superan incluso al fútbol internacional.
