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SOCIEDAD

Pobreza sin límites: más de 4 millones de niños sufrieron inseguridad alimentaria en la Argentina

Las familias que dependen de un solo salario fueron las más afectadas durante 2024.

pobreza

Un informe reciente del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) reveló que durante 2024 más de 4,3 millones de niños y adolescentes no accedieron a una alimentación adecuada. La pobreza alimentaria en esta población alcanzó al 35,5%, uno de los picos más altos de la serie histórica, solo por debajo del registrado en 2020, durante el aislamiento por la pandemia de Covid.

A pesar del aumento de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar, la inseguridad alimentaria severa, es decir, los casos donde los niños pasan hambre, también creció: pasó del 14% en 2023 al 16% en 2024. El estudio, elaborado por Ianina Tuñón y Valentina González Sisto, detalla que las transferencias directas del Estado tuvieron un efecto positivo, pero resultaron insuficientes para contener el deterioro en el acceso a una alimentación básica.

El informe señala que los hogares más afectados son aquellos con adultos en situación de empleo precario, informal o directamente inactivos. En hogares donde el jefe de hogar no trabaja, la inseguridad alimentaria infantil alcanzó al 40%, y en aquellos con jefes subempleados o en trabajos precarios, al 51%. En los hogares monoparentales, el indicador llegó al 43%, mientras que en los que el jefe es pobre según ingresos, se ubicó en el 49%.

La situación se agrava en las familias numerosas

Los investigadores destacan que el problema se agrava especialmente en familias numerosas, de cinco o más miembros, con ingresos inestables o sin redes de apoyo. La redistribución del gasto dentro del hogar también impactó en la calidad y cantidad de alimentos consumidos: muchas familias debieron reducir la alimentación de los niños para priorizar el pago de servicios públicos o gastos urgentes.

La UCA advirtió que el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) presenta niveles más altos de inseguridad alimentaria que el resto del país. Además, según los modelos estadísticos elaborados por el Observatorio, el empleo de los adultos es el factor más determinante para explicar el acceso a una alimentación adecuada por parte de los niños.

El informe reconoce que la AUH y la Tarjeta Alimentar mostraron por primera vez en la serie un efecto protector estadísticamente significativo frente a la inseguridad alimentaria, especialmente en un contexto de menor inflación. Sin embargo, remarcan que este efecto positivo no logró revertir la tendencia general, dado el deterioro del poder adquisitivo y el aumento de la pobreza estructural.

Mientras tanto, según datos del INDEC, la pobreza infantil medida por ingresos fue del 66,1% en el primer semestre de 2024 y bajó al 51,9% en el segundo.